Directiva, cuerpo técnico y jugadores almorzaron en la jornada de ayer en la Feria.
Con las dos últimas incorporaciones, la UD Melilla da por cerrada una plantilla amplia que debe ponerse las pilas cuanto antes si no quiere verse descolgada antes de tiempo de la lucha por los puestos de 'play off'.
La UD Melilla, por presupuesto y plantilla, debe comenzar a sumar cuanto antes de tres en tres para hacer olvidar el 'fiasco' que ha supuesto la temprana eliminación copera y devolver la sonrisa a una afición que ya está empezando a dar muestras de desilusión.
El decano de la Segunda División B sigue gozando de un inestimable apoyo institucional que no debería desaprovechar. Máximo teniendo en cuenta las circunstancias actuales. El Melilla, aún a falta de conjunción, tiene calidad individual suficiente para haber saldado con victoria algunos de los tres compromisos oficiales que ha disputado hasta la fecha. La falta de engranaje, del que adolecen la mayoría de equipos a estas alturas, no parece un argumento lo suficientemente sólido para estar en estos momentos en el furgón de cola y apeado de la Copa del Rey por un acompañante de la zona baja de la tabla y recién ascendido a la categoría.
Esto no ha hecho nada más que empezar y hay tiempo más que suficiente para enderezar el rumbo. El Príncipe Felipe de Cáceres parece el feudo ideal donde comenzar la remontada. Un escenario donde la grada, al igual que en el coso melillense, está muy alejada del rectángulo de juego y un equipo el Cacereño que tampoco ha tenido un buen comienzo liguero y que además no podrá contar con algunos de sus jugadores más importantes como Dieguito y Carrizoza por sanción y Pedro y Samuel por lesión.