Los melillenses acuden a la Iglesia del Sagrado Corazón para regalar a la Patrona las flores que lucirá en la procesión de hoy
Durante nueve días, la Iglesia del Sagrado Corazón ha albergado las diferentes actividades y ofrendas a la Virgen de la Victoria, como fase preparatoria para la procesión que tendrá lugar esta tarde en las calles de la ciudad.
Si bien la tradición marcaba que el principal regalo que debía entregarse a la Patrona eran las flores, este año, al igual que ya sucediera el anterior, se optó por ayudar a los más necesitados con la entrega de cestas de material escolar que han recogido asociaciones como Cáritas o Cruz Roja.
No ha sido la única diferencia con respecto a novenas pretéritas, puesto que el proceso de reconstrucción en el que se encuentra actualmente la Iglesia de la Purísima (aún convaleciente del terremoto que la ciudad sufrió el pasado 25 de enero) ha obligado a la Congregación de la Victoria a trasladar los actos hasta el citado templo del Sagrado Corazón.
María Piedad Castellano, Hermana Mayor de la agrupación, confirmaba que lo céntrico del nuevo emplazamiento ha facilitado el acceso a algunos devotos, así como a los diferentes colectivos que se han citado con la Patrona a lo largo de estos nueve días.
La última novena, celebrada en la mañana de ayer, reunió en el Sagrado Corazón a la Real y Franciscana Congregación de Nuestra Señora de la Victoria Coronada y a los nuevos componentes que solicitaron la imposición de medallas de la agrupación.
Durante más de dos horas, los fieles tuvieron la oportunidad de presentar sus respetos a la Patrona, así como las flores con la que la acomparán en su procesión de esta tarde.
“Ha sido un día bonito, en el que los hijos vienen a ver su madre, para ofrecerle algo tan sencillo, casi insignificante, como una flor, pero que en sí alberga un cariño especial hacia un ser querido. En este caso, María, la madre de todos los cristianos”, declaraba, a la salida del oficio, el sacerdote diocesano Francisco Ruiz Guillot.
Los floristas de la localidad, sin embargo, sostienen que la tradición de rendir flores a la Patrona se está perdiendo, y que las ventas distan mucho de las de otras épocas, por lo que en estos tiempos, el negocio escasea una vez que transcurre la feria.
Según el propietario de un establecimiento del sector, las flores más demandadas para acompañar a la Victoria varían, según el poder adquisitivo entre el clavel, la rosa o el gladiolo.