El doctor Juan Álvarez -Linera Prado desaconseja la resonancia normal como una prueba adecuada para estos pacientes ya que muchas lesiones no son visibles.
El director de la Sección de Neurología del Hospital Ruber Internacional de Madrid, Juan Álvarez-Linera Prado aseguró que los tres pilares básicos para enfocar a un paciente con epilepsia son la historia clínica, el electroencefalograma y la neuroimagen.
Su intervención en las pasadas Jornadas Neurológicas de Melilla y Ceuta fue una de las más esperadas y trató sobre ‘El papel de la neuroimagen en el manejo del paciente epiléptico’
“El protocolo para este tipo de pacientes debe ser especial ya que no vale hacer una resonancia rutinaria porque hay muchas lesiones que no se verían”, indicó Álvarez-Linera.
Hay diferentes tipos de frecuencia que se pueden aplicar según la neuroimagen que decida tomar el especialista. Además, este experto en la materia indicó algunas de las patología más frecuentes en el paciente epiléptico, como son la esclerosis temporal medial, que es una lesión del lóbulo temporal y una de las causas más frecuentes de epilepsia refractaria; y otro tipo de malformaciones en el desarrollo cortical, como es la displasia cortical foca, una patología muy importante causante de epilepsia y muy difícil de ver.
Las imágenes que se realizan en los hospitales, a veces nos pueden mostrar lesiones que nos son difícil de ver, como por ejemplo en resonancias normales, tal y como indicó Álvarez-Linera.
Así, este especialista resaltó como la esclerosis temporal medial es una lesión de una zona muy pequeña del cerebro, que se sitúa en el hipocampo, y si no se utilizan técnicas de alta resolución y alto contraste, esa alteración no se ve y por lo tanto, no puede ser diagnosticada por el neurólogo.
En el caso de la displasia cortical, y en general las alteraciones del desarrollo cortical, si no se hacen protocolos específicos de epilepsia tampoco puede llegar a detectarse.
“Con lo cual a un paciente de epilepsia, al realizarle un estudio rutinario dará lugar a un estudio normal que obligará al médico a repetirlo y por lo tanto,a hacer un doble gasto del recurso y mantener a ese paciente sin diagnóstico que es lo peor”, informó este especialista.
De esta forma, en un diagnóstico de epilepsia es importante realizar la neuroimagen, pero no es algo aislado, sino que se debe realizar un diagnóstico global, sobre todo, en consonancia con la historia clínica del paciente y el electroencefalograma. Álvarez-Linera asegura que cuando estas tres cosas coinciden en sus resultados el diagnóstico es seguro.
“La posibilidad de tener un diagnóstico acertado es muy alta, cuando hay una que está en discordancia con otra hay que hacer otro tipo de exploraciones para asegurar mejor el diagnóstico”, explicó.