El presidente de la Ciudad inauguró ayer este nuevo espacio público que cuenta con un aparcamiento de 148 plazas.
El presidente de la Ciudad, Juan José Imbroda, aseguró ayer que sólo había que echar la vista atrás unos 15 años para ver cómo había cambiado el lugar en el que está situada hoy la plaza de Cruz Roja. Este terreno era un “arial que estaba abandonado” y se encontraba rodeado de edificios “parcheados”. Imbroda afirmó que era “un paisaje desolador”. En cambio, hoy esta plaza es un lugar renovado que cuenta con zona para pasear, hacer ejercicio físico, un parque infantil y 148 aparcamientos que ofrecerán un gran servicio a los melillenses, afirmó el presidente de la Ciudad.
Imbroda inauguró ayer la plaza de Cruz Roja junto al delegado del Gobierno, Abdelmalik El Barkani, el consejero de Fomento, Miguel Marín, el presidente de Cruz Roja Melilla, Julio Caro, y varios representantes de las empresas constructoras que han llevado a acabo estos proyectos.
El presidente de la Ciudad no sólo resaltó la “elegancia” con la que había sido diseñada la plaza, sino otros elementos, como la entrada al parking o el centro de transformación de electricidad que están frente al edificio de la Cruz Roja.
El coste del aparcamiento y de la plaza ha sido de 2,4 millones de euros, informó Imbroda, que aprovechó para felicitar tanto a Cruz Roja como al resto de responsables de que este proyecto se haya finalizado de modo favorable.
Imbroda señaló que este tipo de iniciativas son “las que hacen ciudad” y afirmó que está “muy orgulloso y satisfecho” con el resultado de los años de trabajo que dedicó la Ciudad para sacar adelante este proyecto.
Aunque los más beneficiados con esta construcción de esta plaza son los vecinos de la zona (las 150 viviendas que hay alrededor), el presidente aseguró que es una plaza para todos los melillenses, al igual que el aparcamiento, que vendrá bien a las personas que tengan que hacer gestiones en el Palacio de Congresos o en Cruz Roja, añadió.
Detalles de la plaza
La plaza no cuenta con ninguna barrera arquitectónica ni escalón para que sea totalmente accesible. Tiene más de 1.000 metros cuadrados de jardines y zonas verdes y el parque infantil cuenta con un suelo de caucho. Se puede acceder a este lugar a través de la calle Querol y de la calle Fernández Benítez. Además, hay espacio para que puedan entrar los Bomberos u otro tipo de vehículo de emergencia.