En los últimos días se ha registrado una mayor presión migratoria en las islas con la llegada de hasta tres pateras con una treintena de inmigrantes a bordo. La vigilancia de las Islas Chafarinas, situadas a unas 27 millas náuticas de Melilla, se ha visto reforzada en los últimos días a causa del incremento de la presión migratoria y la llegada de embarcaciones con inmigrantes a bordo. Según informaron fuentes de la Delegación del Gobierno en la ciudad, en las últimas dos semanas se ha registrado en la isla de Congreso la llegada de tres embarcaciones con alrededor de una treintena de inmigrantes a bordo.
La primera embarcación llegó a la zona el pasado 3 de mayo con seis inmigrantes a bordo, que fueron trasladados en helicóptero a Melilla. La última patera interceptada en Chafarinas trasportaba el pasado martes día 15 a 18 inmigrantes, entre ellos seis mujeres y dos menores, un niño y una niña.
El archipiélago está formado por tres islas en las que únicamente hay presencia militar, por ello, están siendo los efectivos de las Fuerzas Armadas españolas allí destinadas los que están ofreciendo una primera atención a los inmigrantes que arriban a las islas.
Tal y como informó El Faro en su edición del pasado 4 de mayo, fue un helicóptero militar el que traslado a seis inmigrantes recogidos en aguas de las Chafarinas “por razones humanitarias”, según informaron a este diario fuentes de la Delegación del Gobierno.
Tanto estos seis inmigrantes como los 18 de la patera que se interceptó el pasado martes, fueron trasladados, a su llegada a Melilla, a las dependencias de la Jefatura Superior de Policía para tramitar las correspondientes órdenes de expulsión. Todos ellos ya han ingresado en el Centro de Estancia Temporal de Inmigrantes (CETI) a la espera de la resolución de estos trámites de expulsión, en aplicación de la Ley de Extranjería vigente.
Además del refuerzo en la vigilancia en las islas Chafarinas, en Melilla la Guardia Civil también puso en macha un dispositivó de vigilancia especial para paliar la presión migratoria en la frontera, donde se estima que hay una bolsa de unos 300 inmigrantes a la espera de entrar en la ciudad. Por ello, no es extraño ver un helicóptero de la Benemérita patrullando el perímetro fronterizo con el objeto de disuadir a los inmigrantes de intentar entrar en la ciudad autónoma.