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Los candidatos a las 14 plazas de maestro en Melilla salían ayer del examen con cara de agotados, pero también se reflejaba en sus ojos la ilusión de aprobar
Tras cinco horas concentrados en un examen en el que se juegan su futuro, decenas de opositores salían de las aulas del IES Leopoldo Queipo para reunirse con los familiares y amigos que les esperaban abajo para recibirles con los brazos abiertos. Han sido meses de horas y horas y más horas de estudio diario para ir bien preparados a esta prueba. La recompensa al esfuerzo y el tesón es entrar en la lista de interinos. Los que tengan mejor suerte optarán a una de las catorce plazas que se ofertan de empleo público, en concreto, ocho para Inglés en Primaria y seis para Pedagogía Terapéutica.
De los 246 inscritos para participar, no asistieron a la presentación del pasado sábado unos 60, es decir, que uno de cada cuatro abandonó antes de hacer el examen. Además, los opositores comentaron ayer a este periódico que muchos sólo fueron a esta prueba a firmar porque les guardan la nota de oposiciones anteriores.
El Faro pudo conversar con varios de ellos tras realizar el examen y aunque alguno tiene la esperanza de coger una de las catorce plazas que se han ofertado, son conscientes de que eso es complicado y que lo más importante es entrar en la lista de interinos en los puestos más altos para que les llamen lo antes posible y puedan trabajar como maestros el próximo curso lectivo.
Tres asturianas
Carla Núñez y Carla Romero son dos de las tres maestras asturianas que han viajado desde su autonomía para participar en las oposiciones de Pedagogía Terapéutica. Su región no ofertaba ni una plaza y tanto en Madrid como en Andalucía hay pruebas específicas de conocimiento de esas autonomías. Pensaron en venir a nuestra ciudad y han alquilado un piso para poder estar durante varios días.
Cogieron un avión de Asturias a Málaga y de la ciudad andaluza a Melilla. Les compensa quedarse unos días en ese piso antes que volver a su región, aunque Carla Núñez trabaja y no tiene más remedio que deshacer el camino.
Deben quedarse aquí hasta exponer la parte práctica de la oposición, pero para ello necesitan aprobar. Las dos esperan sacar ese cinco de nota ya que los que temas no eran tan complicados.
Les preguntaron en el apartado de desarrollo por los centros ordinarios y por los niños con altas capacidades. Además, en el supuesto práctico les plantearon qué hacer en un aula con un alumno con discapacidad intelectual, con dos cursos de retraso y problemas con las Matemáticas.
Trabajar y estudiar
Por su parte, Manuel García aseguró que había estado muy tranquilo durante el examen de Pedagogía Terapéutica y que las preguntas se habían ajustado al temario. No es la primera vez que se presenta a unas oposiciones, pero sí han sido las primeras para esta especialidad. No es de Melilla, pero lleva ocho años viviendo en la ciudad. Aseveró que lo más duro ha sido compatibilizar el trabajo con el estudio de las oposiciones.
Beatriz Soler también ha tenido que compaginar su empleo, en el ámbito fuera de la educación, con el estudio para este examen.
Esta melillense aseveró que es muy difícil sacar tiempo para todo. Ella estaba dentro de las listas de interinos de Pedagogía Terapéutica, pero aseveró que apenas se mueven durante el curso. Por ello, era muy importante volver a presentarse, sacar una nota más alta e intentar remontar puestos para que un día la puedan llamar para hacer alguna sustitución y trabajar en lo que más le gusta.
Han ido a pillar
Los que no salían muy contentos del examen eran los opositores de las plazas de Inglés para Primaria. Gema Belmonte y Juan Diago explicaron que el supuesto práctico había sido complicado. En este sentido, les preguntaron cómo motivar en el aula pero incorporando a menores con diferentes tipos de discapacidades. Creen que con este apartado han ido a “pillar a la gente”. En cuanto a la teoría, se ciñeron al temario.
Ambos han estado unos ocho meses preparándose para la prueba. Indicaron que su objetivo es coger experiencia porque conforme hagan más oposiciones ganarán en confianza.
Familiares y amigos
Rocío Gómez estaba arropada por su familia. El examen más o menos le salió bien. Ha estado preparándose para este momento durante dos años. En su caso no trabaja, pero tiene dos niños de los que ocuparse en su casa y tampoco fue sencillo sacar adelante los estudios. Ha tenido que esforzarse mucho. Estuvo en unas oposiciones en Andalucía, pero no ha podido trabajar en Pedagogía Terapéutica aún.
La madre de esta opositora, María Millán, aseveró que han sufrido mucho por ella. Subrayó que su hija ha dedicado miles de horas de esfuerzo y trabajo a esta prueba, que se verán recompensadas si logra aprobar el examen y entrar en el listado de interinos.
Tras salir de las aulas, que no tenían aire acondicionado, como lamentaron algunos opositores, ayer tocaba despejarse y no pensar más en la prueba. Será el sábado cuando podrían estar las notas de esta parte escrita. Pero aún quedaría la presentación de la parte práctica siempre que se saque un aprobado en el examen. Esto significa que aún deben esperar unas semanas más para ver si están en esa lista de interinos.