El Partido Socialista de Melilla hizo pública ayer la lista de candidatos para las elecciones autonómicas del 22 de mayo. En los círculos políticos se hablaba de varias posibilidades. Unos apuntaban a que Dionisio Muñoz se caería como cabeza de cartel. Había quien apuntaba a Gregorio Escobar como posible sustituto. Mientras que otros opinaban que el Partido Socialista de Melilla acabaría imponiendo a quien es su secretario general. Finalmente se ha optado por una solución intermedia que, en principio, puede contentar a unos y otros: Dionisio Muñoz, primero; Gregorio Escobar, segundo.
La forma de resolver la elección del resto de candidatos también parece un equilibrio entre renovación y la permanencia. En un lado de la balanza, caras conocidas como Celia Sarompas. En el otro, nombres nuevos como Francisco Vizcaíno (director de un colegio) y Nora Hammad (de la Ejecutiva socialista).
También entraba dentro de lo previsible que en uno u otro caso la lista iba a contar con “el apoyo cerrado” de Ferraz, e incluso del Gobierno, según explicó ayer el propio Zarrías, que apadrinó el acto de presentación ante la prensa.
Al margen del previsible debate político sobre la imputación judicial de una parte de los miembros de la lista, la discusión se extenderá también al momento en el que el delegado del Gobierno deberá de dejar de ejercer como tal para desempeñar con total libertad su papel como candidato socialista. Ambas funciones parecen incompatibles, especialmente en plena campaña electoral.