La asociación indica que ‘gorrillas’ y ‘chalecos’ llegan a comportarse “como matones” con los porteadores.
“Si cuando se establecieron los ‘gorrillas’ y los ‘chalecos’ había unos 20, ahora serán alrededor de 80”. Con estas palabras, la Asociación Unificada de Guardias Civiles (AUGC) pone sobre la mesa el aumento de los porteadores que tienen la asignación especial de ordenar al resto de sus compañeros en colas para cruzar la frontera de Barrio Chino cargados con bultos. “En un principio la idea fue buena, pero ha ido degenerando”, sentencian desde esta asociación en declaraciones a El Faro.
Hay que recordar que los conocidos como ‘gorrillas’ y ‘chalecos’, que portan sendas prendas de color amarillo, se dedican a ordenar al resto de porteadores, dado que tienen cierta prioridad a la hora de pasar su mercancía por la frontera. La diferencia entre ellos es que se turnan en esta función dependiendo del día. En las gorras y chalecos llevan números que les identifica en una jerarquía. A mayor cifra, mayor capacidad de mando sobre el resto de trabajadores.
Malas prácticas
Al respecto de este tema, AUGC denuncia que los encargados de ordenar el tránsito se llegan a comportar, entre comillas, de una manera “pseudo mafiosa” y que han adquirido “competencias que no les corresponden”.
Asimismo, esta organización sostiene que “lo que hacen ahora es facilitar que familiares suyos se salten la cola, generando un estrés entre los que llevan horas esperando”. “La gente se altera, se producen avalanchas, que degeneran en el cierre del control fronterizo ante la afluencia masiva de personas que quieren pasar sin respetar la fila”, concluyen desde AUGC.
Vigilancia privada
Además, desde la asociación mayoritaria de miembros de la Benemérita, sostienen que los ‘gorrillas’ y ‘chalecos’ llegan a comportarse “como matones” con el resto de los porteadores.
Una de las medidas que propone, por tanto, AUGC para regularizar esta función es que se establezcan vigilantes privados para ordenar a los trabajadores que van cargados con bultos. “Veríamos bien esta medida”, comentan desde la organización.
Sin embargo, van más allá: “Los ‘chalecos’ y ‘gorrillas’ no tendrían que estar allí haciendo este trabajo. Ni ellos ni la Guardia Civil”. “Queremos que se contrate a gente con garantías por parte de la Administración, ya sea de la Ciudad Autónoma o de la Delegación del Gobierno”, sentencian, y matizan que “es una responsabilidad de las Instituciones, no del Instituto Armado”.
Sobre este tema, argumentan que si se emplea a gente de forma legal, se les podría sancionar en caso de que se dieran malas prácticas, como las actuales.
AEGC rechaza la presencia de los ‘gorrillas’
La opinión de la Asociación Española de Guardias Civiles (AEGC) al hecho de que ‘gorrillas’ y ‘chalecos’ se dediquen a ordenar a los porteadores en Barrio Chino es contundente: “Rechazamos la presencia de estas personas en la frontera”, comentan a El Faro desde esta organización de la Benemérita.
Su argumentario gira en torno a la falta de permisos, licencias y base legal para que estos porteadores tengan un estatus especial a la hora de desarrollar estas funciones. “¿Por qué se permite entonces?”, se pregunta esta asociación, que insta a Delegación del Gobierno a que “actúe contra esto”.
Además, lamentan que estos ‘gorrillas’ y ‘chalecos’ tengan una cierta arbitrariedad a la hora de permitir el paso a los trabajadores que transportan mercancías. “Dejan pasar a la gente porque quieren y cuando quieren”, aseguran, y apostillan que no le encuentran sentido a esta práctica que dicen que es habitual en el puesto fronterizo de Barrio Chino.