Miembros de la Guardia Civil de Melilla rescataron el pasado lunes a un joven adulto que practicaba natación en aguas abierta por la zona de la Boca del León, cercana a la escollera del puerto.
Fue a las 18:45 horas del pasado día 3 de abril cuando la Central Operativa de Servicio recibe una llamada telefónica de una mujer informando que su marido se había lanzado al mar sobre las 15:45 horas en la zona de la Boca del León para la práctica de natación en aguas abiertas con destino final la Playa de San Lorenzo de la Ciudad, un recorrido aproximado de 3,5 kilómetros y no tenía noticias de él desde que inició su actividad deportiva.
Desplazado un equipo del GEAS a la zona, se pudo localizar al marido de la mujer que dio el aviso de alarma previamente agarrado a una de las rocas de las escolleras del puerto de Melilla en evidente estado de rigidez e hipotermia.
Para poder realizar el rescate, la embarcación de la Guardia Civil tuvo que aproximarse a las rocas con cautela debido el estado de la mar, si bien finalmente pudo rescatarse al joven aunque con mucha dificultad. Este chico mostraba diversas lesiones de carácter leve por el esfuerzo de mantenerse sobre la roca.
El rescatado fue trasladado a Puerto Noray donde le esperaba una ambulancia. Allí mismo fue asistido de las lesiones que presentaba sin que hubiera que lamentar daños de gravedad. La persona auxiliada y rescatada es un varón adulto residente en la ciudad.
No es la primera vez que agentes del instituto armado en Melilla deben rescatar a bañistas en lo que llevamos de año. El pasado mes de febrero, la Guardia Civil rescató a dos menores que nadaban cerca de Aguadú y que debido al mal tiempo no lograban alcanzar tierra firme.
El rescate se produjo sobre las tres de la tarde, tras una llamada telefónica que hizo el 112 a la Central Operativa de Servicio de la Comandancia de la Guardia Civil de Melilla, informando de la presencia en el mar de dos jóvenes por la zona de Aguadú que presentaban serios problemas para llegar a la costa y mantenerse a flote, debido al fuerte temporal y el mal estado de la mar. Fue imposible realizar el auxilio por mar así que personal de la Compañía de Seguridad Ciudadana inició el rescate desde tierra lanzando al agua un rosco salvavidas, que consiguió sacar de la situación de peligro a uno de los jóvenes.
El segundo de ellos pudo salvarse gracias a que los guardias civiles actuantes en este caso le ofrecieran una escalera. Agarrándose a ella, el chico pudo salir del mar. Ambos eran menores de edad y presentaban buen estado de saludo aunque con leves síntomas de hipotermia. Los dos eran residentes del Centro de Menores de La Purísima, donde quedaron ingresados dándose cuenta de lo sucedido a la Fiscalía de Menores de Melilla.