Con motivo del Día Nacional del Donante de Órganos y Tejidos, que se celebró el pasado miércoles, el primero del mes de junio, se ha desarrollado una conferencia sobre el tema en la Comandancia de la Guardia Civil de Melilla.
La ponencia ha estado a cargo del neurocirujano Abelmalik El Barkani Abdelkader, el nefrólogo Zakariae Koraichi Rbie Senhaji, y el intensivista Alberto Levy Aserraf, quienes han recalcado la importancia que tienen la donación de órganos y de tejidos para salvar miles de vidas humanas.
En este sentido, desde la Guardia Civil han recordado a la ciudadanía que la donación de órganos y de tejidos en España está regulada por la Ley de Extracción y Trasplante de Órganos, un instrumento legal aprobado en 1979 por las Cortes Generales españolas.
Puntualmente, esta normativa vela por que se cumplan aspectos como el altruismo de la donación y la no comercialización de órganos; el respeto a la voluntad de las personas fallecidas, acerca de la decisión de donar sus órganos y tejidos; garantizar el anonimato del donante de órganos y tejidos; y determinar los centros legalmente autorizados para realizar trasplantes de órganos y tejidos.
Se estima que en España nueve de cada diez familias accede a la donación, considerada el mayor acto de bondad entre los seres humanos.
Igualmente se plantea que, desde la creación en 1989 de la Organización Nacional de Trasplantes (ONT), más de 50.000 personas han donado sus órganos en todo el país, lo que ha permitido salvar o mejorar la calidad de vida de cerca de 116.000 pacientes.
España, líder mundial en este ámbito
Ni siquiera la crisis sanitaria provocada por el coronavirus, que golpeó fuertemente a la actividad trasplantadora el primer año de la pandemia, ha impedido que España se situara al cierre de 2021 como líder mundial en este ámbito, con una tasa de 40,2 donantes por millón de habitantes, con lo que duplica la de la Unión Europea (18,4).
A lo largo del año pasado se registraron 4.781 intervenciones de este tipo en España, un 8% más que en 2020. En concreto, se hicieron 2.950 trasplantes renales, 1.078 hepáticos, 362 pulmonares, 302 cardíacos, 82 de páncreas y siete intestinales. Además, se realizaron 159 trasplantes infantiles.
Del total de los trasplantes hechos, 4.457 se hicieron debido a la donación de 1.905 personas fallecidas. Al menos 61 de los donantes fallecidos habían pasado el coronavirus, pero murieron por otro motivo. En tanto, 143 pacientes recibieron órganos de donantes que habían superado la enfermedad.
De acuerdo con los datos del Ministerio de Sanidad, en los primeros cuatro meses de 2022, 807 personas han donado órganos: 707 lo han hecho después de morir y 100 han donado un riñón o parte de su hígado a un ser querido en vida. Estas donaciones han permitido realizar 1.739 trasplantes, una cifra que se acerca a los valores que existían en España antes de la pandemia.
Según cifras oficiales, en el conjunto del país hay 185 equipos de coordinación de trasplantes en hospitales, con 542 profesionales: 346, de la medicina; y 196, de la enfermería.
Por autonomías
Amén de que ninguna de las donaciones de personas fallecidas registradas en 2021 correspondieron a Melilla o a Ceuta, once comunidades autónomas superan los 40 donantes por millón de habitantes y seis sobrepasan los 50.
En efecto, Cantabria volvió a liderar el ranking, con una tasa de 72,4 donantes por millón de personas, seguida por Navarra (62,1), Murcia (52,3), Asturias (51,5), País Vasco (50,7) y Comunidad Valenciana (50,3). En el otro extremo se ubicaron La Rioja (22,6); Comunidad de Madrid (27,1) y Aragón (29,5).
Por otro lado, la ONT cifra en 1.152 los trasplantes realizados gracias al intercambio de órganos entre comunidades, lo que supone un 24,8% del total. A su vez, el 7,1% de los receptores han sido trasplantados en un centro fuera de la autonomía en la que reside.
LLama la atención también que en España más de la mitad de los donantes tenía 60 años o más, con la máxima edad alcanzando los 90; y muy pocos de ellos habían fallecido por un accidente de tráfico, a diferencia de lo que ocurre en otros países.
Un gesto altruista
Si bien puede ser donante de órganos toda persona que en vida decida que, al morir, sus órganos sirvan para salvar o mejorar la vida de otros, para que la donación se haga efectiva el fallecimiento debe acontecer en la Unidad de Cuidados Intensivos de un hospital, que es donde es posible realizar la preservación de los órganos y las pruebas necesarias para realizar una correcta valoración de cada potencial donante.
La donación de órganos consiste en la extracción de órganos o tejidos del cuerpo de una persona fallecida recientemente o de un donante vivo, con el propósito de implantarlo en una persona a la que le ha sido extirpado.
Los órganos que se pueden donar son los riñones, el hígado, el corazón, el páncreas, el estómago, el intestino y los pulmones, aunque también pueden obtenerse importantes y necesarios tejidos como hueso, la piel, las córneas y las válvulas cardíacas.
De igual forma es posible la donación de vivo, pero solo si se cumplen las condiciones y los requisitos establecidos por la Ley. Aquí, el donante ha de ser mayor de edad y gozar de buena salud física y mental.