El alumbramiento tuvo cierta complejidad porque el bebé nació con dos vueltas del cordón umbilical.
Guardias civiles de la frontera de Beni Enzar atendieron ayer a una mujer marroquí que se puso de parto en el puesto fronterizo. Hasta la llegada de la ambulancia fueron los agentes los que ayudaron a la parturienta a traer al mundo a su bebé. Junto con los sanitarios del 061 consiguieron con éxito asistir el parto, que tuvo cierta complejidad, dado que el bebé nació con dos vueltas del cordón umbilical.
Según informaron fuentes sanitarias, se trata de una mujer marroquí que estaba en avanzado estado de gestión y se puso de parto, por lo que decidió trasladarse a Melilla para recibir asistencia médica en el Hospital Comarcal. Cuando llegó a la frontera de Beni-Enzar, sobre las 15.30 horas, los agentes españoles que estaban de servicio pidieron una ambulancia para atender a la mujer que sufría dolores.
Hasta el paso fronterizo se trasladó una ambulancia convencional, compuesta por un técnico de emergencias y un conductor, que tuvieron que atender el nacimiento porque nada más llegar se desencadenó el parto. Tras el alumbramiento, tanto la mujer como su bebé fueron trasladadas en otra ambulancia medicalizada hasta el Hospital Comarcal, donde se encuentran en buenas condiciones, según informó la Dirección Territorial del Ingesa en nota de prensa. El Ingesa destacó la buena preparación de los profesionales de la ambulancia que acudió al lugar en primer lugar para atender un parto complejo, pues lo resolvieron “a la perfección”, teniendo en cuenta que al no ser una ambulancia medicalizada no viaja personal facultativo en ella.