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En un informe de diligencias previas pide al Juzgado de Instrucción 2 que sobresea provisionalmente la causa
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Entiende que pudo haber delitos de injurias o calumnias, pero estos no son investigables de oficio
La Fiscalía de Melilla ha llegado a la conclusión de que ninguna de las nueve personas investigadas en la ‘operación Montecristo’ incurrieron en delitos de descubrimiento y revelación de secretos para dar lugar a publicaciones realizadas en las redes sociales bajo el pseudónimo de Lisbeth Salander. “Estamos ante una causa que es eminentemente política”, resume el representante del Ministerio Público en su informe de diligencias previas, al que ha podido acceder El Faro. En el mismo, el fiscal ha solicitado al titular Juzgado de Instrucción número 2 de Melilla el sobreseimiento provisional y el archivo de las actuaciones de la causa.
No obstante, el representante de la Fiscalía aclara que, a su parecer, el perfil de Lisbeth Salander sí que efectuó publicaciones que podrían ser perseguidas por presuntos delitos de calumnias o injurias. Sin embargo, aclara que estas conductas no son investigables de oficio por no tratarse de delitos públicos o semipúblicos.
Resoluciones judiciales
El fiscal expone en su informe que la Guardia Civil encontró resoluciones judiciales relativas a la ‘operación Ópera’ en los dispositivos de los investigados Nieves V., Isabel S.M. o Félix P., de las que se hizo eco el perfil de Salander. Pese a ello, aclara que el hallazgo es posterior al levantamiento del secreto de las actuaciones.
Según describe, solo se da un caso en el que la causa estaba declarada secreta por el Juzgado de Instrucción, pero se da la circunstancia de que el auto ya se había notificado íntegramente a los destinatarios, por lo que podrían haberla filtrado al perfil falso. Por este motivo, el fiscal no entiende que a los investigados se les pueda imputar delitos de descubrimiento o revelación de secretos.
Respecto al investigado Sergio J., al que la Unidad Orgánica de la Policía Judicial (UOPJ) acusa de valerse de su condición de funcionario del Cuerpo de la Policía Nacional para acceder a los atestados de personas de la Ciudad Autónoma, el fiscal señala que no existen “elementos que permitan llegar a la conclusión de que utilizara dichos datos para causar un perjuicio a terceros”. Asimismo, manifiesta que no existen pruebas que acrediten que esta persona hubiera difundido la información consultada a terceros o que la hubiese hecho llegar al perfil de Salander a través de su mujer, María Luisa P.
Según el resumen del fiscal, la actividad del perfil de Salander arranca después de que los investigados Francisco C. y Teresa P. fueran despedidos del Centro Gámez Morón, gestionado por Eulen y dependiente de la Consejería de Bienestar Social.
Un tirón que PPL aprovecha
“Sus inicios coinciden con numerosos ataques en las redes sociales a dicha empresa, a Bienestar Social y sus responsables”, manifiesta. Tras el “éxito mediático” del perfil y el aumento de seguidores en Facebook, el extinto partido Populares en Libertad (PPL) aprovechó el “enorme tirón” para alistar a personas que son muy activas en el perfil y hacer “política de desgaste” contra el PP.
El fiscal concluye también que en mayo de 2014 se producen “desavenencias entre PPL y miembros que utilizan el perfil para exponer sus ideas”, motivo por el que el pseudónimo de Salander termina arremetiendo también contra la formación ya extinguida.
Tampoco percibe delito en el correo que Paz Velázquez envió a su padre
El Ministerio Público tampoco encuentra indicios de un delito de descubrimiento y revelación de secretos en el correo electrónico que Paz Velázquez, la actual consejera de Presidencia y Salud Pública, mandó el 9 de mayo de 2014 a su padre y ex presidente del desaparecido partido Populares en Libertad (PPL), Ignacio Velázquez. El mismo, bajo el epígrafe “Asunto: Silvetti”, contenía documentación de carácter administrativa relativa a la abogada que en esa fecha era personal eventual y cargo de confianza del jefe del Gobierno local, Juan José Imbroda.
Según expone el fiscal en el documento que ha remitido al Juzgado de Instrucción número 2 de Melilla, la investigación policial concluye que esta información habría sido facilitada por Paz a Ignacio Velázquez para que éste la filtrase al perfil falso de Lisbeth Salander. No obstante, el representante de la Fiscalía considera que la divulgación de este correo no afectaría a la privacidad o a la intimidad de la abogada que trabajaba eventualmente con el presidente de la Ciudad Autónoma.