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El presidente de la Asociación de Hosteleros asegura que muchos locales estarán cerrados
La Feria coincide este año con la festividad del Aid el Kebir. Dos celebraciones, a juicio del presidente de la Asociación de Hosteleros de Melilla, Amaruch Hassan, incompatibles para el sector de la hostelería en Melilla. “Bajo mi punto de vista, la Feria se tenía que haber adelantado o atrasado al menos cuatro días”, dijo.
Amaruch explicó que la mayoría de los restauradores son musulmanes y optarán por cerrar sus locales durante al menos cuatro días. “La preparación de la fiesta será el 1 de septiembre y entre el 2, 3 y 4 será el sacrificio”, informó. Además, indicó que aquellos hosteleros que no echarán el cierre a su establecimiento contarán con menos personal, ya que, según Amaruch, muchos de sus trabajadores ya han pedido sus días libres para la primera semana de septiembre.
El responsable de los hosteleros cree que con una mejor planificación se podría haber buscado una fecha alternativa y evitar así pérdidas para el sector. Por tanto, consideró que el hecho de que el arranque de las fiestas coincida con la del Aid El Kebir supone “un flaco favor” para los restauradores.
Sin pescado y sin verdura
Amaruch advirtió de que los hosteleros que decidan abrir todos los días de Feria no podrán prestar “ni el mismo servicio ni los mismos productos”. “Habrá muchos comerciantes que también dejarán de trabajar y no podrán abastecer a bares y restaurantes de productos frescos como pescado y verdura. Tendrán que tirar con lo que les llegue de la península”, subrayó.
Cambio de ubicación
A juicio de Amaruch, no sólo el hecho de que la Feria de este año coincida con el Aid El Kebir perjudica negativamente en las ventas de los negocios del centro. Hace años que los días de Feria no les ayudan a mejorar sus ventas “significativamente”. Recordó que el cambio de ubicación de la Feria, que abandonó el parque Hernández hace cerca de 10 años, siempre ha sido rechazado por los hosteleros, especialmente los que tienen sus locales en el mismo centro. Explicó que el descenso de visitantes en los rincones céntricos, se traduce cada año en un grave perjuicio económico para los empresarios locales.
Finalmente, según Amaruch, aunque no tengan “muy buenas sensaciones” esperan que la facturación se mantenga en niveles medios y no se den un “batacazo” durante una de las semanas en las que las familias más gastan en ocio”.