El equipo melillense desaprovechó varias ocasiones de gol para irse al descanso con ventaja.
El Atlético Melilla regresó de vacío de tierras granadinas a pesar de realizar un partido muy serio en el que mereció mucho más. El equipo de Alejandro Ramos hizo méritos suficientes en la primera mitad para irse al descanso con una clara ventaja, pero la falta de acierto en la definición pasó factura y como suele pasar, el que perdona lo suele pagar caro. Ya en la segunda mitad, con el empate a cero en el electrónico, Chiby pudo de nuevo adelantar a los melillenses pero se topó con un gran Barri, que evitó el tanto.
El primer tiempo resultó muy igualado con dos equipos que jugaron de poder a poder. Los norteafricanos, muy bien organizados sobre el sintético del Miguel Morantes, impedían que los andaluces se acercaran con peligro a las inmediaciones del área con una presión asfixiante en la zona ancha del campo. De hecho, el Huétor Tájar no inquietó en ningún momento al meta Omar a lo largo de los primeros 45 minutos. Al poco del inicio, Pendu conectaba un tremendo disparo desde fuera del área que se estrellaba en la parte inferior del travesaño del portal defendido por Barri, la pelota botaba en la misma raya pero en lugar de ir a la red, regresaba al campo. No hubo que esperar mucho para que los visitantes pudieran deshacer la igualada. Al filo del primer cuarto de hora, Chiby protagonizaba una escapada desde el centro del campo y se plantaba ante el portero local, pero su disparo se marchaba rozando el palo.
El Atlético, que tenía perfectamente controlado el partido, dispondría de otra clara ocasión para anotar el 0-1 en una jugada en la que Yosef optaba por disparar desde la misma corona del área en lugar de entrar hasta la cocina, dando opción a que el meta granadino se luciera en una gran intervención y que al descanso se llegara con el injusto empate inicial.
Segunda parte
Tras el asueto, el guión seguía siendo el mismo. La escuadra atlética tuteaba al segundo clasificado del Grupo como hiciera hace quince días al Martos. Los locales intentaban llevar la iniciativa en el juego, aunque el entramado defensivo visitante obligaba a los de Manolo Rizos a enviar balones a las espaldas de los laterales para intentar superar a la zaga albiazul.
El cuadro melillense gozaría de una nueva ocasión de gol por mediación de Chiby a la que respondía con seguridad Barri, demostrando por qué es el segundo arquero menos goleado del campeonato.
Cuando el encuentro entraba en la recta final, una jugada de estrategia desatascaba la igualada que imperaba en el marcador. Una falta lateral botada desde casi la línea divisoria del campo, era aprovechada en el segundo palo por el central Javi Gadeano quien de perfecto testarazo enviaba el cuero al fondo de la red.
El Atlético Melilla, lejos de arrojar la toalla, adelantaba las líneas en busca del merecido gol que pudo llegar en un disparo a bote pronto de Yosef, que pegaba en la espalda de un defensor evitando el tanto y, en la misma jugada, otro componente de la zaga amarilla despejaba en la misma raya de gol el posterior remate de Josélu.
A falta de cuatro minutos para el final, y con el Atlético volcado en busca del empate, el Huétor Tájar llevaba a cabo un contraataque que acaba con un disparo del goleador Manu Daza ante el que Omar nada pudo hacer para evitar el definitivo 2-0 y concluir el partido con el consabido resultado de 2-0, favorable a uno de los más en forma de la categoría.