El consejero de Medio Ambiente y Sostenibilidad, Hassan Mohatar, ha anunciado que, el próximo día 1 de junio, como todos los años, se abrirá la playa de la Ensenada de los Galápagos hasta mediados de septiembre, una vez acabe la Feria.
Con un horario de 11:30 a 19:30 horas, con un puesto de socorristas y con un aforo limitado que regulan los vigilantes de seguridad, esta “joya” de la ciudad, según Mohatar, tendrá una “agradable noticia” el próximo año, cuando, tras más de dos reivindicándolo a la Demarcación de Costas, se les ha concedido la conexión con Cala Trápana, un lugar que era inaccesible para la mayoría de los melillenses y de la que podrán disfrutar a partir de 2024, una vez que se saque a licitación, se adjudique y se lleve a cabo la obra.
Cuatro banderas azules
Por otra parte, tal como adelantó El Faro, Mohatar confía en conseguir de nuevo este año las cuatro banderas azules en las playas de La Hípica, el Hipódromo, San Lorenzo y la Ensenada de los Galápagos que Demarcación de Costas ha concedido a Melilla durante los tres años anteriores.
Así pues, aunque aún no existe la confirmación, que suele producirse durante este mes, Mohatar no cree que haya problemas para que la ciudad renueve las cuatro banderas azules en estas cuatro playas, por lo que la de Horcas Coloradas quedaría como la única sin esa distinción.
En este sentido, y más allá de los servicios que también influyen en la concesión de las banderas azules, el consejero se ha mostrado contento de que “la calidad del agua es bastante buena” y no existe ningún problema en cuanto a contaminación o calidad, más allá de los que haya podido haber en el pasado con algún tipo de vertido que haya provocado el cierre de la playa en un momento determinado. “Pero, generalmente, la calidad es bastante buena y no ha habido problemas”, ha insistido Mohatar.
Así, el consejero ha reiterado que se realizan análisis semanales de la calidad del agua del mar durante todo el año excepto en la época estival, cuando estos análisis se amplían a todos los días.
Las banderas azules se han convertido en el símbolo más reconocible y reconocido por los millones de usuarios de playas y puertos, en casi medio centenar de países, así como en un estándar mundial de ecocalidad turística, para la certificación de la calidad de playas y puertos.