El Faro ha salido a la calle a comprobar si los melillenses se sienten seguros en su propia ciudad. Entre los melillenses hay cierta dispariedad. Los hombres suelen sentirse seguros pero en cambio las mujeres sienten miedo en la calle por las noches. Además, la apertura de la frontera, cada vez más próxima, genera un poco de inseguridad entre los ciudadanos.