El director de la cárcel de Melilla, Francisco Rebollo, ha admitido en declaraciones a El Faro el "error" de suprimir la productividad mensual del sueldo del funcionario que en noviembre de 2021 pasó dos meses y medio de baja laboral tras ser agredido por un interno del módulo de penados.
Rebollo ha asegurado a este diario "que fue un error" y que "ya ha sido solucionado". También ha comentado que el trabajador ha sido notificado de la rectificación.
Sin embargo, el funcionario lo niega y asegura que tiene preparada una reclamación que pretende entregar este miércoles en la Delegación del Gobierno de Melilla para que le devuelvan los cerca de 300 euros y los festivos perdidos tras recibir contusiones en la ceja izquierda, el cuello, un oído y la zona pectoral durante su jornada laboral.
"Han tenido dos meses y medio de corregirlo. Me han dado largas. Podían haberme metido lo que me quitaron en las nóminas anteriores. Nadie me ha pedido perdón por lo sucedido. Y no es sólo esto. ¿Cómo justifica lo del Plan Concilia con la niñ? No me cambió de guardia para que mi mujer trabajara en la opuesta porque no quiso", dice en alusión a una situación que vivió con el director de la cárcel al ser padre y pedir trabajar en un turno diferente al de su mujer, también funcionaria, para organizar por turnos el cuidado de su hija.
La agresión que sufrió el funcionario se remonta a noviembre de 2011, cuando éste estaba realizando labores de vigilancia en el módulo de penados de la cárcel de Melilla y tuvo que reducir a un interno que se mostraba en estado de agitación. Ahora trasciende lo ocurrido, en medio de la polémica suscitada a raíz de que los sindicatos Acaip y CSIF pidieran la dimisión o el cese del director de la prisión de Melilla, a raíz de que dejara el año pasado a todos los funcionarios de la cárcel sin la productividad especial de 2021.
Se trata de un complemento que sólo la Dirección de la cárcel puede pedir y conceder, pero que Rebollo decidió que no iba a repartir en 2021 para evitar conflictos laborales. El resultado ha sido contrario al que esperaba y los sindicatos denuncian el agravio de haber convertido a la prisión de Melilla en el único centro penitenciario del país que en plena pandemia no ha premiado el esfuerzo extra de ningún trabajador. Por eso están recogiendo firmas para reclamar su destitución.
"Efectivamente, ha habido una productividad distinta a la de mandos para funcionarios. En nuestro centro hay muchos buenos trabajadores merecedores de ella, pero se trata de elegir a unos pocos. En otra ocasiones, cuando se ha elegido a unos y otros no, se han creado conflictos entre funcionarios, llegando alguno a renunciar a ella. En este caso hemos decidido solicitar dicha productividad al equipo médico que han mostrado una profesionalidad notoria durante la pandemia. Insisto, hay grandes profesionales en el Centro Penitenciario, la intención es que nadie de los que muestran disponibilidad y profesionalidad se quedara sin este concepto y evitar discrepancias. Me he comprometido con representantes sindicales para que en la próxima productividad se establezcan unos criterios justos para todos", dijo en su momento Rebollo a El Faro.
Además, Rebollo explicó que "desde la dirección del centro se atienden todas las peticiones de los funcionarios, en la medida de lo posible. Tenemos el nivel de población penitenciario más bajo de la historia de este centro y el índice de conflictividad es mínimo. La profesionalidad mostrada por la mayoría de funcionarios nos ha permitido superar con esfuerzo las distintas etapas de la pandemia. Aprendemos de los errores y seguimos trabajando para la reeducación de los internos con un clima social muy bueno", concluyó.
Dimisión ya, sinvergüenza