El presidente local, Juan José Imbroda, recuerda que el Gobierno no despilfarró recursos durante la crisis y ello posibilita que no se escatime en los adornos.
El Gobierno local no escatimará a la hora de instalar el alumbrado de Navidad, una afirmación que realizó ayer el presidente de la Ciudad, Juan José Imbroda, en declaraciones a la cadena de radio SER.
En este sentido, el mandatario local comentó que la crisis económica no iba a influir en los adornos navideños, entre ellos el característico alumbrado de las principales calles del centro de la ciudad, la zona comercial por excelencia.
Imbroda señaló que ello era posible porque la Ciudad Autónoma había mantenido un buen equilibrio presupuestario de modo que existen recursos para llevar a cabo estas acciones.
Además, recordó que muchos Ayuntamientos habían despilfarrado muchos recursos durante los últimos meses, en plena crisis económica, situación que no se había producido en Melilla.
El presidente recordó que el alumbrado es fundamental en Navidad ya que anima mucho las calles de la ciudad, sobre todo del centro comercial, algo que sirve para reactivar el comercio.
“Nosotros hacemos lo de siempre”, afirmó el presidente local y adjuntó que el alumbrado dota de un colorido muy especial a las calles por la noche.
En cualquier caso y como se ha hecho en otras ocasiones, van a tomarse medidas de ahorro como por ejemplo la instalación de bombillas de menor consumo, una opción que lleva poniendo en práctica la Ciudad Autónoma en los últimos años, precisamente como forma de hacer frente a la crisis económica.
Al alumbrado habrá que sumar los tradicionales adornos navideños, en este caso el árbol así como el Belén que se instala en la Plaza de las Culturas, pegado a las murallas del Mantelete .
Finalmente, entre las arterias principales que destacan en el alumbrado está la avenida Juan Carlos I, siendo ésta la calle comercial por excelencia en Melilla y una de las más animadas durante todo el período navideño .
Este alumbrado estará puesto hasta el último día de navidad, después de la festividad de Reyes, como viene siendo tradicional en Melilla así como en otras localidades peninsulares.