“Lo único seguro de tan deplorable suceso es que el cerrajero avisado para cambiar la cerradura tras expulsar a la Ejecutiva elegida democráticamente por los militantes de FICA Melilla de su sede nunca se afiliará a UGT, porque, si así trata el sindicato a sus dirigentes y afiliados con insultos de voz en grito por parte del secretario de Organización federal de UGT-FICA, Manuel Jiménez, quién va a afiliarse a la UGT”.
Este es el primer párrafo de la noticia recogida por Nuevodiario sobre el conflicto generado en los últimos tiempos en el sindicato en Melilla.
Y es que el secretario general, Abderramán El Fahsi El Mokhtar, junto al secretario de Organización, Mimón Ahmed Mimón, y el también componente de la ejecutiva José Ouviña, fueron expulsados de la organización, en el caso de estos dos últimos, en palabras de Ouviña, por “defender los derechos de los más vulnerables y destapar el chiringuito de UGT-Melilla”.
Ante esta medida, a su parecer, “dictatorial y racista” –al ser la mayoría de la ejecutiva de origen rifeño-, los afectados prometen, en palabras de Ouviña, llevar a cabo una serie de medidas para combatir a estos “inquisidores”, ya que “la lucha obrera no puede ser perseguida” y, “contra el racismo, tolerancia cero”. Entre otras medidas, Ouviña ha asegurado que denunciarán al sindicato ante los tribunales.
Ouviña ha manifestado que los integrantes de FICA-UGT están sufriendo “una persecución terrible” durante las últimas semanas por parte del secretario de Organización estatal, Manuel Jiménez, y el secretario general del sindicato en Melilla, Javier Valenzuela, por estar defendiendo los derechos de los trabajadores transfronterizos, por pedir un nuevo convenio del metal y por criticar los casos de amianto, en lo que él, insiste, considera que es un ataque “racista” hacia sus dos compañeros y, “en concreto, al pueblo rifeño”.
“Lo vemos como una auténtica cacicada, una caza de brujas, algo típico de una república bananera, fascismo en estado puro”, ha apuntado Ouviña.
Según cuentan los expulsados de la Ejecutiva, en su visita a la ciudad autónoma, Jiménez entró en la sede sindical como elefante en cacharrería golpeando puertas e insultando en tono amenazante “cual matón de barrio”.
Fue Jiménez, precisamente, quien, dos meses después de alcanzar la Secretaría de Organización Nacional de UGT-FICA, despidió a su equivalente en Melilla, primero, y más tarde a El Fahsi El Mokhtar y a Ouviña por oponerse a dicha destitución después de que Mimón interpusiera una demanda por despido nulo.
Buenos dias; creo q los racistas son los q no hacen nada por españa, solo buscar formas de sacar problemas, q es lo mas facil del mundo, en empresas privadas es imposible hacer todo lo q marca la ley para los grandes. Precisamente son los q menos tributan y por lo tanto los q menos trabajan, los q buscan problemas.
Estamos cansados de parasitos y caraduras.
Me parece muy digno que se defiendan y defiendan los derechos de los trabajadores pero ya está bien la cantinela del racismo para dar pena penita lucha por tus derechos e inocencia con pruebas no con bajezas