Muchos fueron los que acudieron a la Federación de Fútbol a inmortalizarse con el trofeo más celebrado por los españoles. Aunque será a partir de hoy cuando quede expuesta al total del público melillense en la Fundación Gaselec, la Copa del Mundo ya fue presentada ayer a los melillenses en un acto para autoridades, aficionados y medios de comunicación en la sede de la Federación Melillense de Fútbol.
La ocasión no pudo levantar más expectación y fueron más de un centenar lo que no se perdieron este primer encuentro con el soñado trofeo, el mismo que trajeron a España los jugadores de ‘La Roja’ y que, tras su recorrido por nuestro país, permanecerá en la sede de la Federación Española de Fútbol hasta que dentro de cuatro años se devuelva a la FIFA para su entrega a los próximos ganadores de las olimpiadas futbolísticas.
La Copa, recién llegada de Salamanca, donde su presencia se celebró con un sinfín de actos en su rededor en una gran plaza pública, visitará en Melilla todos aquellos centros cuyos trabajadores o personal no puedan desplazarse a las instalaciones museísticas de la Fundación Gaselec. Este será el caso, mañana lunes, del Centro ‘Gámez Morón’, del Centro Penitenciario y del Hospital Comarcal, entre otros.
Además, el miércoles se mostrará a la joven cantera de futbolistas de la Escuela de la Federación melillense y también centrará un acto específico con los jugadores de la U.D. Melilla.
Este lunes, en directo, estará en el programa ‘Lo que queda del día’ de Cablemel a partir de las diez de la noche.
Pero además, mañana lunes también, será objeto de un acto en el Salón Dorado de la Asamblea, motivo quizás de que ayer inusitadamente ninguna autoridad del Gobierno Local se sumara a la recepción de la Copa en la Federación Melillense de Fútbol.
Quienes sí hicieron acto de presencia fueron el delegado del Gobierno, Gregorio Escobar, que mostró su satisfacción como autoridad gubernativa y también como aficionado al fútbol al coger el trofeo entre sus manos, y el comandante general de Melilla, César Muro Benayas, que acompañado de altos mandos militares de nuestra Comandancia también tuvo la oportunidad de fotografiarse y alzar la copa por unos momentos.
Exposición retrospectiva
La exposición del trofeo en Gaselec se complementará con una muestra retrospectiva del fútbol local que pretende rendir homenaje a los jugadores melillenses de las últimas cuatro décadas y destacar a aquellos que triunfaron en el mismo deporte a nivel nacional, formando parte incluso de la plantilla del Barcelona u otros grandes equipos.
Para hacer posible dicha exposición, la Federación local de Fútbol ha contado con el respaldo de expresidentes de la U.D. Melilla como Francisco López o Francisco Benítez, y de exjugadores como ‘Totó’, además de la colaboración del Diario ‘Melilla Hoy’.
La Federación Melillense de Fútbol aprovechó el acto de ayer para agradecer al presidente de la Fundación Gaselec su colaboración para hacer posible esta exposición pública del trofeo y de la muestra concebida con ocasión de su gira a Melilla. Algo que sirvió al presidente de la misma Fundación, Gustavo Cabanillas, no sólo para reiterar su colaboración desinteresada en esta y otras muchas ocasiones de especial proyección para el conjunto de la ciudad, sino también para expresar su satisfacción por el hecho de que la victoria de ‘La Roja’ sirviera para desnudar de prejuicios y complejos a los españoles respecto de símbolos patrios comunes como la bandera española.
La Copa del Mundo de Fútbol se mostrará en la Fundación Gaselec en horario de once de la mañana a una del mediodía y de seis a nueve de la noche, hasta el próximo jueves, día en que el trofeo seguirá su gira por el territorio español.
Primeras reacciones
La reacción primera ante la Copa no fue otra que la de intentar fotografiarse con el trofeo. María José Ramos fue la primera melillense que lo hizo, una vez que la Federación autorizó al público reunido a traspasar el acordonamiento que lo protegía para que los interesados pudieran inmortalizarse junto la Copa.
A partir de ahí, fue un continuo de poses con sonrisas y suaves toques que en forma de caricia querían robar un instante a un trofeo que han tocado antes los mejores jugadores del fútbol mundial y que toda nuestra selección alzó y disfrutó tras la victoria en los Mundiales de Sudáfrica en julio pasado.
Porque la Copa que ha llegado a Melilla es la misma que Iker Casillas y el resto de ‘La Roja’ trajeron a España, aunque no así la que alzaron tras la victoria por unos instantes. La Copa de seis kilos de oro macizo sólo sale de la sede de la FIFA para ese instante y a los ganadores se les entrega por cuatro años esta otra réplica, revestida de oro líquido de unos 39 gramos de espesor en su capa noble. El trofeo pasa a los próximos ganadores y así hasta que lo hagan suyo, para lo que es preciso ganar tres veces el Mundial.