Esta tradición se realiza para que las personas no se enorgullezcan de sus bienes materiales y se den cuenta del peleligro de la riqueza y del poder.
La comunidad judía de Melilla celebra hoy la festividad de las cabañas o de los tabernáculos, es decir, la fiesta del Sucot. Se trata de la conmemoración de las dificultades que el pueblo judío pasó durante todos los años que estuvo en el desierto tras su marcha de Egipto.
Esta festividad durará siete días y es una forma de recordar que el pueblo judío no tuvo descanso ni residencia fija en uno de los pasajes de su historia más importantes. Así, se establece esta fiesta para que las personas no se enorgullezcan de sus bienes y se den cuenta de los peligros de la riqueza y el poder. La tradición indica que durante una semana al año los fieles deben abandonar sus casa y vivir en una cabaña, esto es, comer y dormir en ellas.
En este sentido, deseamos que todos los componentes de esta comunidad vivan con alegría y en compañía de sus familiares esta festividad de agradecimiento a Dios por todos los bienes que se posee.
Junto a las de Pésaj y Shavout, esta celebración es una de las festividades más importantes del judaísmo, en la que se acostumbraba a peregrinar a Jerusalén.
Después del día del perdón o Yom Kipur se conmemora la fiesta de la cosecha o de los tabernáculos, para celebrar la terminación del ciclo agrícola con la vendimia y la recogida de las aceitunas, y mientras tanto, el pueblo judío vivía en cabañas de ramas en conmemoración de su anterior peregrinación, según indican algunos expertos.