La Ciudad Autónoma de Melilla ha vuelto a declarar el nivel 1 de rabia después de que el pasado 24 de julio muriera un cachorro de gato callejero por esta causa, el segundo caso de este año, por lo que se han adoptado una serie de medidas para la prevención y control de esta enfermedad mortal para personas y animales susceptibles.
El Boletín Oficial de Melilla (BOME) ha publicado este viernes una orden de la Consejería de Políticas Sociales y Salud Pública, por la que se vuelve a activar el nivel 1 de rabia “hasta que la situación de la enfermedad se modifique”.
Esta orden, por lo tanto, se diferencia de la que ya dispuso el Gobierno de Melilla a finales de septiembre del año pasado, en la que se establecía que todas las medidas dictadas tendrían un periodo de vigencia de 6 meses, “salvo que sea preciso una modificación por cambios de las circunstancias que motivaron su adopción”.
En total son diez las medidas que establece la orden por la que el nivel 1 de rabia vuelve a estar activo en Melilla, foco del área geográfica de restricción, por lo que cualquier animal agresor susceptible a la rabia que se encuentre en la ciudad, excepto los identificados y vacunados correctamente, será considerado como un caso probable.
Salud Pública establece que, en cualquier caso deberá extremarse la vigilancia epidemiológica, para lo que se tomarán muestras de los cadáveres de animales para hacer un diagnóstico de rabia y, ante la sospecha de algún caso positivo entre el ganado doméstico, será aislado, sacrificado y analizado si muestra síntomas compatibles.
La orden dispone más inspecciones y controles para comprobar que los perros, gatos y hurones domésticos tengaan microchip, vacuna contra la rabia y estén esterilizados, y también para impedir en lo posible el abandono de los animales, tanto de los adultos como de sus crías que, en caso de incumplimiento, darán lugar a expedientes sancionadores.
También habrá un refuerzo de la identificación y la vacunación antirrábica obligatoria de perros, gatos y hurones, así como el control de sus movimientos al resto del territorio nacional, por lo que será imprescindible que tengan pasaporte sanitario con el microchip y la vacuna en vigor antes de viajar, incluidos los animales en primovacunación, que deben contar con las dos dosis preceptivas.
En la misma línea, Salud Pública recomienda la realización de test de anticuerpos antirrábicos para aquellos animales que no lo posean y lo exige para los animales sometidos a protocolos de adopción y aquellos que viajen a terceros países.
Asimismo, la Ciudad Autónoma reforzará el control de animales vagabundos o abandonados, de modo que serán puestos en cuarentena durante seis meses si no aparece el propietario en el plazo de 48 horas o el animal está sin identificar pero puede ser adoptado.
Respecto a los perros asilvestrados, la orden mantiene la vigilancia en la ciudad, periferia y recintos fronterizos para su recogida, mientras que con los gatos ferales sigue la prohibición de alimentarlos en la vía y espacios públicos para evitar su proliferación incontrolada, salvo las colonias registradas, sobre las que se restringirán sus movimientos si fuese necesario.
Según recuerda Efe, es la tercera vez que Melilla declara el nivel 1 de rabia en los últimos tres años, la primera a finales de 2021, que se prolongó durante 10 meses, hasta el 20 de septiembre de 2022, en los que fueron diagnosticados en total 11 casos positivos de la enfermedad entre perros asilvestrados y vagabundos.