La playa permanecerá cerrada hasta el año que viene, según indicó Calabuig. El consejero aseguró que es necesario garantizar la estabilidad de la zona.
Galápagos no volverá a abrir este verano. Cómo ya suponían muchos melillenses la Consejería de Medio Ambiente no tendrá tiempo de solucionar en los pocos días que quedan de periodo estival las consecuencias de los desprendimientos que obligaron a cerrar la cala a principios de agosto. El responsable del área, José Ángel Pérez Calabuig, aseguró ayer en declaraciones a El Faro que aunque habían pedido presupuesto para la limpieza y adecentamiento de la playa, los plazos eran largos y no podría estar lista hasta octubre. Ante esta realidad, desde la Consejería se ha optado por ponerse en marcha para elaborar un proyecto de intervención más profundo que se desarrollará en los próximos meses. Calabuig indicó que no están dispuestos a reabrir la playa hasta que no se elimina el riesgo para los bañistas. Así, el consejero de Medio Ambiente aseguró que la idea ahora es elaborar un plan de actuación para además de limpiar la zona, realizar algún tipo de intervención para evitar que vuelvan a producirse desprendimientos. El consejero de Medio Ambiente indicó que el objetivo es que la playa no vuelva a tener que cerrarse en tan poco tiempo. Calabuig recordó que hace poco más de un año ya se realizó una intervención en la zona, en aquella ocasión por parte del Ministerio, y que la idea es que el proyecto que quieren elaborar ahora tenga efectos más duraderos. El responsable del área señaló que aún no saben exactamente qué tipo de actuación será la que se lleve a cabo en la zona, pero que necesitarán varios meses para poder desarrollarla. Así, Calabuig apuntó que cuando hace más de 20 días tuvieron que cerrar la playa por los primeros desprendimientos, se pusieron en contacto con una empresa para intentar solucionar el problema y reabrir la cala. Sin embargo, el consejero señaló que además de que la intervención requería una inversión elevada, la playa no hubiera estado lista a tiempo para que los melillenses pudieran disfrutar de ella en lo que queda de verano. Calabuig insistió en que las imágenes d los desprendimientos obligan al cierre y en que no está dispuesto a abrirla mientras haya riesgos. La idea ahora es garantizar que la Ensenada de los Galápagos esté el próximo verano en perfecto estado para que los bañistas puedan acceder a ella sin ningún tipo de riesgo. La playa de los Galápagos se abrió coincidiendo con el inicio de la temporada estival, aunque el acceso por las escaleras de madera se retrasó algunas semanas debido a que se estaban realizando las últimas intervenciones para que estuviera a punto. A principios de este mes se produjeron los primeros desprendimientos que obligaron a cerrar la zona por el peligro que suponía para los bañistas y finalmente la verja continuará cerrada hasta el próximo verano. Finalmente Medio Ambiente, a pesar de los esfuerzos, no ha podido solucionar este año, ni los problemas de Galápagos, ni los de la playa de Horcas Coloradas, que sólo pudo permanecer abierta durante dos días. Habrá que esperar al próximo verano y confiar en que los problemas se solucionen.