La Ciudad espera adjudicar el contrato marítimo tras el aumento presupuestario.
El Gobierno de Melilla se mostró ayer convencido de que a la tercera irá la vencida y el contrato de navegación marítimo se adjudicará antes de que acabe el año, después de que el concurso quedara desierto los pasados meses de enero y mayo. El portavoz del Ejecutivo, Daniel Conesa, subrayó en rueda de prensa que aún confía en conseguir un servicio marítimo de calidad a partir del 1 de enero del próximo año.
En este sentido, el portavoz recordó que el Ministerio de Fomento ha decidido incrementar el presupuesto destinado al contrato en un 57%, tal y como anunció el presidente Juan José Imbroda el pasado miércoles en su discurso del Día de Melilla.
Así, la Administración del Estado pasa de los 6 millones presupuestados inicialmente hasta los 7,7 millones, a los que hay que sumar un máximo de 1,7 millones que aportará la Ciudad Autónoma. En total, 9,4 millones de euros para intentar llamar la atención de las compañías de transporte marítimo y adjudicar el contrato definitivamente.
Modernos y rápidos
En la misma línea, Conesa reseñó que la intención de Marina Mercante y del Ejecutivo local es mantener las pretensiones iniciales, es decir, contar con barcos más modernos y más rápidos, que permitan reducir en dos horas y media la duración de la travesía a la península.
Por otro lado, el portavoz salió al paso de “las críticas feroces” recibidas por el Gobierno autonómico sobre este tema durante los últimos meses, principalmente desde los grupos de la oposición, que han reprochado insistentemente que ninguna compañía se haya interesado por el contrato las dos veces que ha salido a licitación.
“Esas críticas procedían de quienes han hecho que Melilla cuente con el peor transporte marítimo de la historia”, apuntilló en clara alusión al PSOE, pues hay que recordar que el anterior servicio se adjudicó durante la segunda legislatura de José Luis Rodríguez Zapatero.
Así pues, el portavoz del Gobierno melillense señaló que los más sencillo hubiese sido prorrogar el contrato vigente, pero que el deseo del Ejecutivo fue “atender las demandas de los melillenses”, que aspiran a tener un mejor servicio, teniendo para ello como “referente” el que presta la compañía canaria Armas en la línea que conecta la ciudad autónoma con la localidad granadina de Motril.
“Con el anterior contrato había una situación que no gustaba a nadie y optamos por rebelarnos contra ella”, aseveró Conesa.
Por último, consideró que no se puede hablar de “fracaso” por las dos ocasiones en las que el contrato quedó desierto, sino más bien de “tropiezos”. Asimismo, destacó que la Ciudad Autónoma “no ha tirado la toalla” pese a las dificultades.