La Confederación General del Trabajo de Andalucía, Ceuta y Melilla (CGT-A) volverá a las movilizaciones en el centro de menores de La Purísima tras el apoyo mayoritario recibido en las elecciones sindicales celebradas el pasado día 28 de febrero. Para ello ha convocado asambleas de la plantilla con el fin de poner en marcha la hoja de ruta de la nueva etapa, en la que, según el sindicato, se hacen persistir por Tragsa "viejos vicios y arbitrariedades".
Tragsa, que sustituyó a Arquisocial en la gestión del centro, ejecuta la “técnica del espigueo”, asegura la CGT, para la que, "tras la atropellada subrogación de la plantilla de La Purísima el pasado 11 de diciembre para intentar acallar las reiteradas protestas públicas de los trabajadores del centro de menores de la mano de este sindicato, sigue tensando las relaciones laborales al no aplicar la subida salarial 2025 prevista en el IV Convenio Estatal de Reforma Juvenil, al no respetar los grupos de cotización a la seguridad social de las categorías en las que se encuadra cada miembro de la plantilla o al afirmar que no se abonará el 0,5 por ciento de atrasos correspondientes a 2024, que se adeuda a todos los trabajadores del sector público". Para todo ello, continúa la CGT, Tragsa está utilizando "vilmente la técnica del espigueo, todo en beneficio empresarial nada en beneficio social".
El sindicato critica que, mientras, en materia de retribuciones, Tragsa se aferra a que, al no existir Presupuestos Generales del Estado (PGE), no hay subida salarial para 2025, la empresa pública se niega a aplicar las 35 horas de jornada semanal establecida para el personal que trabaja para las administraciones públicas y afirma, en cambio, que a la plantilla de La Purísima, aquí sí, le es de aplicación las 38,5 horas semanales que fija el artículo 54 del IV Convenio de Reforma Juvenil.
"Tragsatec usa la baraja de ganar y la de no perder mientras genera un mal clima laboral en el centro de menores, todo en pos de abaratar a costa de la sufrida plantilla de La Purísima los costes del mantenimiento y gestión del centro de menores", manifiesta la organización sindical.
La CGT adelanta que quiere acabar, más pronto que tarde, con "las dobles varas de medir" y, para ello, cree que urge la municipalización del centro de menores de La Purísima "huyendo de los experimentos con gaseosa del Gobierno de Melilla, como es el caso de Tragsa". "Lo decimos alto y claro: vamos a seguir destapando la caja de los truenos", añade el sindicato.
La municipalización del servicio y unas condiciones dignas para los menores del centro y sus cuidadores son los objetivos que la CGT se marca como eje principal de su actividad sindical a partir de este momento y es lo que se va a someter a las asambleas para poner en marcha, cuanto antes, un calendario de movilizaciones que lleve a alcanzar ese objetivo, como ya plantea el Gobierno de la Ciudad Autónoma para la Gota de Leche. Se refiere el sindicato a la rueda de prensa que dio la portavoz del Ejecutivo local, Fadela Mohatar, en la que afirmó que existe, en estos momentos, un grupo de trabajo dentro del Consejo de Gobierno en el que se están analizando cuáles podrían ser las alternativas o posibles soluciones para acabar con este sistema de subvenciones a través del cual se financia el Centro Asistencial.
Mohatar admitió que es “cierto” que la municipalización era la opción que ellos planteaban y que, precisamente por eso, están trabajando para solucionar el “problema” que surgió “de forma reiterada” durante la anterior legislatura con el PSOE y Coalición por Melilla (CpM) en el Ejecutivo, que, según sus palabras, “no era capaz de conceder las subvenciones en tiempo y forma”, lo que ocasionaba “verdaderos cismas y problemas para las personas contratadas en el Centro Asistencial”.
La organización sindical avanza que informará puntualmente del calendario de acciones y movilizaciones.