La Confederación de Empresarios (CEME) está convencida de que serán muy pocas las empresas que se decidan a pedir la bonificación a la Seguridad Social que plantean los nuevos reales decretos del Gobierno del PSOE. Su presidente, Enrique Alcoba, indicó este miércoles que son tantos los requisitos que se exigen en la normativa que hará “inviable” acogerse a una subvención que, según dijo, solo se concederá “si hay partida presupuestaria” a nivel del Estado.
Los representantes de la patronal se reunieron al mediodía con la delegada del Gobierno, Sabrina Moh, con el fin de que se le resolvieran las “muchas dudas” que existen sobre esos decretos.
Alcoba resaltó que el escenario “ha cambiado poco” en el sentido de que la organización que lidera está en contra del nuevo sistema. “No lo apoyamos y desde la CEME, junto con Ceuta y las asambleas de las dos ciudades y partidos que se han sumado a esto, y a nivel nacional con la CEOE, vamos a intentar derogar el decreto”, anunció.
El presidente de la confederación dejó de manifiesto que son muchos los requisitos que se deben cumplir para conseguir la subvención, además del agravio que supone entre trabajadores que cobrarán o no su parte de la bonificación en función de la fecha del contrato y la “inseguridad jurídica” que se extiende sobre el tejido productivo de la ciudad.
“No vamos a ser atractivos. Estamos vendiendo los beneficios fiscales de Melilla y este 50% de bonificación a la Seguridad Social es fundamental. Hay que mantenerlo y eso es lo que le hemos dicho a la delegada. Nuestro sentimiento es que continúe como estaba y vamos a intentar que se derogue el decreto. En esa línea vamos a seguir trabajando”, recalcó.
Entre los requisitos que deben cumplir los contratos para obtener la subvención está el hecho de que los trabajadores tengan que permanecer obligatoriamente tres años en la empresa, que el contrato sea indefinido, que tenga menos de 30 años, que no sea familia del empresario, que no haya tenido una baja voluntaria en otra empresa en los tres últimos meses y dar 20 horas de formación a costa del negocio y en horario laboral, entre otros.
“Son tantos los requisitos que va a hacerlo inviable y ninguna empresa lo va a solicitar”, manifestó Alcoba para añadir que la delegada “tomó nota de todo” y “lo va a transmitir” a Madrid.
Y ahí, según dijo, surge otro de los problemas porque el Gobierno está en funciones y no puede tomar decisiones del calibre de anular un decreto ley. De hecho, pasarán dos o tres meses antes de que haya un Ejecutivo al frente del país y eso “va a ralentizar todo los contratos y se seguirá con la inseguridad jurídica que tenemos en este momento”.
Enrique Alcoba recordó, igualmente, que la normativa de aplicación no especifica en ningún sitio que la posible subvención haya que repartirla con los trabajadores, como sí ocurría en la ley que se aprobó en 2004 y que dio pie a una negociación entre empresas y sindicatos que derivó en un aumento en las nóminas de los empleados.
Por eso, el presidente de la CEME entiende que se va a producir un agravio comparativo entre trabajadores y un “paso atrás”. Lo que no alcanza a comprender es que UGT y CCOO en Melilla digan que “va a ser beneficioso para el trabajador”. No en vano, recordó que los mismos sindicatos en Ceuta se han posicionado en contra de la medida gubernamental.
“En este caso ni pone nada de diálogo social en el tema de la subvención ni estamos dispuestos a firmarlo porque la mayoría no lo vamos a solicitar”, especificó.
En definitiva, Enrique Alcoba pronostica un impacto “negativo” del real decreto en la economía local, ya de por sí maltrecha como consecuencia del cierre de la aduana y la inexistencia del régimen de viajeros con Marruecos. De ahí que criticara las palabras del ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel Albares, quien calificó recientemente de “éxito” la hoja de ruta con el vecino país.
“La verdad es que nos preocupa porque nos están limitando y ya que no conseguimos solucionar el tema de la frontera y tener más atractivos como la bonificación al transporte de mercancías para abaratar los productos de primera necesidad, que nos dejen como estábamos”.
El titular de Albares no pasó desapercibido en la reunión con la delegada y, según Alcoba, ha sorprendido mucho a los empresarios. “Es como si en vez de ser empresarios con cierta trayectoria estuviéramos ahora en el colegio. Cuando leemos esas cosas, nos sorprendemos. No nos gusta que nos tomen no voy a decir por tontos pero tampoco como si tuviésemos edad escolar porque somos conscientes de la situación económica y del perjuicio que nos ocasiona que la aduana siga cerrada y el régimen de viajeros como está. No hemos adelantado nada para que encima diga que es un éxito”, concluyó.