Yuste dice que la ratio de médicos en el centro penitenciario de Melilla es más elevada que la algunas poblaciones.
El secretario general de Instituciones Penitenciarias, Ángel Yuste Castillejo, fue el encargado ayer de ofrecer la conferencia inaugural del curso de verano ‘Sanidad pública: aspectos legales, sanitarios y asistenciales”. En concreto, su ponencia trató sobre la historia de la atención médica penitenciaria. Yuste destacó que la asistencia sanitaria en el Centro Penitenciario de Melilla es “homologable a la de un ciudadano en la vida libre”.
Explicó que los internos cuentan con un responsable de servicios médicos, dos doctores, tres enfermeros y varios auxiliares de enfermería. Por ello, resaltó que la ratio de médico por recluso es mejor que la que tienen algunas ciudades españolas.
En la cárcel se cuenta con un proyecto de desintoxicación para reclusos que tengan problemas con el consumo de drogas. Además, resaltó que loa población de internos en Melilla es “de las más bajas de la historia”.
Los programas
El secretario general de Instituciones Penitenciarias resaltó en su conferencia que entre el 1996 y 2004 han surgido un gran número de unidades terapéuticas educativas en las cárceles. Aseveró que se tratan de programas para rehabilitar a drogodependientes en los que se ofrece terapias con metadona y otras sustancias, así como colaboración con ONGs, como Proyecto Hombre, con el objetivo de echar una mano a los presos cuando salgan del centro.
También subrayó Yuste que España es puntera en la puesta en marcha de iniciativa para prevenir los suicidios, así como para tratar enfermedades mentales en instituciones penitenciarias.
En este sentido, resaltó que el 80% de los presos con problemas con las drogas tienen acceso a ofertas terapéuticas de alto rendimiento, aunque apuntó que la motivación del recluso es fundamental para dejar atrás y superar estas adicciones.
De hecho, tan sólo un 16% de los toxicómanos que realizan los cursos completos para dejar las drogas vuelven a reincidir, aunque este dato se eleva a un 50% si son más jóvenes porque la edad influye en este tema. Asimismo, otro factor que condiciona la rehabilitación de estas personas es el ambiente social al que vuelven tras salir de la cárcel.
“Son necesarias las transferencias sanitarias a las autonomías”
El secretario general de Instituciones Penitenciarias, Ángel Yuste, defendió ayer la “necesaria” transferencia a las comunidades autónomas de las competencias de la asistencia sanitaria de las personas privadas de libertad. Durante la lección inaugural de los cursos de verano, destacó cómo se ha incumplido sistemáticamente primero la integración de la sanidad penitenciaria en el Sistema Nacional de Salud, en cumplimiento de la Ley General de Sanidad de 1986, y posteriormente, el traspaso de esta competencia a las comunidades autónomas, tal y como fija la Ley de Cohesión y Calidad del Sistema Nacional de Salud de 2003. En la actualidad, “nos mantenemos, por tanto, en un modelo mixto, difuso, con normas legales penitenciarias de rango insuficiente, que violentan el principio de jerarquía normativa”, alertó.
De hecho, indicó que la prestación farmacéutica también debería estar en manos de las diferentes autonomías.