Un total de 57.794 melillenses estaban llamados a votar ayer en alguno de los 78 colegios electorales.
Casi todos los colegios electorales abrieron ayer a primera hora sin que apenas se registraron incidentes. A las 9 de la mañana los 22 centros escolares estaban preparados para que los más madrugadores acudieran a ejercer su derecho. Sólo se produjo un incidente en dos de las mesas del León Solá. Según explicó el delegado del Gobierno, Abdelmalik El Barkani, los titulares de dos de las mesas no llegaron y tuvieron que constituirse con suplentes unos veinte minutos más tarde. Por lo demás, tranquilidad absoluta para los que quisieron ser los primeros en dejar su papeleta.
Los más madrugadores
Si es verdad eso de que a quien madruga Dios le ayuda, ayer hubo unos cuantos melillenses que tuvieron un buen día. A las 9 de la mañana abrían en toda España los colegios electorales. Poco antes de esa hora, Alejandro Suárez esperaba paciente en el patio de la UNED para ejercer su derecho. Tenía por delante una dura jornada de trabajo y quiso dejar su papeleta en la urna antes de seguir con el resto de obligaciones. Suárez tiene clara la importancia de votar. “Aunque estemos cabreados no se puede dejar de venir”, aseguró en declaraciones a El Faro.
Hay otros ciudadanos que llegaron al colegio por casualidad. Es el caso de Luis que había sido llamado como suplente para una de las mesas. Finalmente no tuvo que quedarse, pero aprovechó el madrugón y dejó su voto en la urna. Reconoció que habitualmente no es de los que se levanta tan temprano para ejercer su derecho, pero este año ha tenido que hacer una excepción por obligación.
Votantes de costumbres
María sí lleva toda la vida saliendo a primera hora de casa para dejar su papeleta en las urnas. Tiene 92 años y no ha dejado de votar en ningún proceso electoral desde que llegó la democracia. “Haz la cuenta. Siempre he venido. Es nuestra obligación”, aseguró esta melillense.
Juan vive al lado de su colegio electoral y optó por votar temprano para evitar que la pereza pudiera vencerlo horas más tarde. Recalcó que habitualmente llega a primera hora para depositar su voto y así poder continuar con su jornada de domingo con tranquilidad.
Hubo también quien llegó directamente del trabajo y quien recalcó que las obligaciones cuanto antes se quiten de encima, mejor. Mayores y jóvenes. Decenas de melillenses acudieron a votar a primera hora de la mañana. Un goteo incesante de personas fue pasando por las mesas electorales de la UNED y no faltó, tampoco, el carrito de Correos que llegó con las papeletas de aquellos que ante la imposibilidad de estar hoy físicamente en Melilla han tenido que ejercer su voto usando la vía postal.
Los otros madrugadores de la jornada, aunque en este caso por obligación, fueron los agentes de Policía Local y Nacional que velaron por la seguridad de los colegios, los presidentes y vocales de las mesas electorales y los apoderados de los diferentes partidos políticos que pasadas las 8 de la mañana ya estaban en la puerta del colegio listos para comenzar su trabajo.
Por delante, una jornada intensa y larga en las terceras elecciones que vive Melilla en apenas un año, una situación poco habitual, menos aún si tenemos en cuenta que es la primera vez que en nuestro país hay que repetir unas elecciones generales.
Un total de 57.794 personas estaban ayer llamadas a votar en nuestra ciudad. Se abrieron 22 colegios y se habilitaron 78 mesas, las mismas que el pasado 20 de diciembre.