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Los seis miembros de la célula de Melilla reconocieron los hechos y rechazaron el uso de la violencia
La Audiencia Nacional ha confirmado la condena de seis años de cárcel por un delito de integración en organización terrorista para los seis miembros de una célula yihadista de Melilla dedicada a captar, radicalizar, adoctrinar y enviar a combatientes a zona de conflicto. Durante el juicio celebrado el lunes, los hombres reconocieron los hechos y rechazaron el uso de la violencia y aceptaron la petición de seis años de prisión. Ahora, la Sección Tercera de la Sala de lo Penal ha ratificado la condena.
Los magistrados de la Audiencia Nacional sentencian así el acuerdo de conformidad alcanzado entre la Fiscalía (que inicialmente solicitaba doce y diez años de cárcel) y los acusados, una vez que estos asumieron “la naturaleza terrorista de las acciones violentas cometidas para imponer cualquier idea y la inexistencia de justificación alguna para esos actos violentos”, así como su compromiso de evitar en lo sucesivo “lecturas erróneas y desviadas de la religión”. Por ello, se les aplica la atenuante de confesión.
Mustafa Al Lal Mohamed, ‘Doberman’, el dirigente de la red, admitió ser el “emir” (líder) de esta célula que operaba en el entorno de la mezquita Assalam, en el barrio de La Cañada, por lo que la fiscal Dolores Delgado, al apreciar la atenuante de confesión y rebajó su petición de 12 a seis años de prisión y otros 10 de libertad vigilada.
Los otros cinco acusados (Rachid Adbelnahet, Kamal Mohamed Driss, Mohamed Mohamed Benali, Benaissa Laghmouchi y Mustafá Zizaoui), que se enfrentaban a 10 años también por integración en organización terrorista, se conformaron asimismo con seis años de prisión y otros tantos de libertad vigilada. Al no haber más acusación que la de la Fiscalía, la sección tercera de lo Penal, que dejó el juicio visto para sentencia, deberá condenarlos a esas penas.
“El islam no manda a la violencia, ni la incita, ni la justifica”, dijo Al Lal riéndose, para después renunciar de forma explícita “al uso de la violencia para imponer ideas”, y terminó destacando: “Amo a mi gente, amo a mi familia y quiero pasar esto en paz”.
El líder de la célula admitió también que captó a uno de los acusados, Mustafá Zizaoui Mohand, quien por su parte reconoció que pusieron en marcha un aparato de propaganda con la creación de la web Sharia4Spain, rama española del movimiento global Sharia4, y manifestó que se arrepiente de la actividad que su célula llevó a cabo en la mezquita.