La medida fue respaldada sólo por el PP, pues la oposición, PSOE y CpM, señaló que podría haberse licitado de nuevo la adjudicación con el fin de abaratar el coste del servicio, en su opinión, muy alto .
El último Pleno de la Legislatura, con independencia del que se realizará el próximo día 25 de abril para elegir las mesas electorales, aprobó la prórroga del contrato de gestión indirecta del alumbrado público de Melilla, una cuestión ésta que recibió sólo los votos favorables del PP ante la oposición de PSOE y CPM.
En cualquier caso, el debate se centró en dos aspectos, por un lado la elección de este día para realizar el Pleno, pues desde la oposición opinaban que podría haberse hecho con más tranquilidad tras las vacaciones de Semana Santa, y por otro lado en torno a la oportunidad de prorrogar o no el contrato, aspecto criticado por parte del PSOE.
Postura del PSOE
Precisamente fue el PSOE la formación política más beligerante en este asunto al entender que podría haberse dejado sobre la mesa para discutirlo con más detenimiento la próxima semana, después de las vacaciones. Así, el portavoz del Grupo en la Asamblea, Dionisio Muñoz, argumentó que la importancia del importe de la prórroga, pues son casi siete millones de euros los que se abonarán en los próximos cinco años a la empresa Himosa, daban una idea de la magnitud del servicio. “Da la impresión de que el Gobierno local quiere aprobar este punto con sigilo”, afirmó el líder de los socialistas y señaló que el pasado año 2006, el PSOE ya mostró sus reticencias a este contrato, pues entonces se planteó este problema y los técnicos afirmaron que podría sacarse de nuevo a concurso en vez de prorrogar el contrato anterior.
Muñoz destacó que uno de los mayores problemas que tenía este contrato era no contemplar las aportaciones extraordinarias de crédito que debían adjuntarse para situaciones específicas, como por ejemplo el alumbrado de la Navidad o los Carnavales. “Siete millones es mucho dinero para un contrato que no se corresponde con lo que en cada ejercicio se paga a la empresa para el mantenimiento”, afirmó el portavoz socialista, quien comentó que el Gobierno local “insiste en hacer mal las cosas”.
Muñoz echó en cara al Ejecutivo que preside Juan José Imbroda, que se iban dejando “no los contratos sino las prórrogas” y recordó que este tipo de contratos deben contar con el consenso de todos los partidos “sobre todo porque este contrato podría gestionarlo otro Gobierno”.
Muñoz adjuntó que la prórroga se pidió en el mes de febrero con lo cual no había por qué haber retrasado tanto el debate y añadió que cada año hay que aprobar una partida extraordinaria de crédito de unos 300.000 euros para atender ese alumbrado extraordinario en Melilla.
CpM, en contra
Por parte de CpM, fue la diputada Dunia Al Mansouri quien intervino en el Pleno para mostrar el voto contrario de su formación en este punto. Así, recordó que “nosotros sólo tenemos que decir que se deberían haber intentado mejorar las condiciones del contrato y sacarlo a concurso”. Al Mansouri comentó que era un ejemplo más de cómo el Gobierno local derrochaba el dinero de los melillenses y matizó en su segundo turno al plantear varias cuestiones al Ejecutivo local en torno a este asunto, en concreto si creía que el servicio prestado por esta empresa había sido satisfactorio, por qué no se buscaban alternativas y a qué obedecía la prórroga.
Gobierno local
Finalmente, desde el Gobierno local se apoyó la prórroga del contrato pues el próximo día 30 de abril finaliza la vigencia del actual, algo que a juicio del portavoz popular, Daniel Conesa, había pasado desapercibido por la oposición.
En cualquier caso, Conesa matizó que la prórroga fue aprobada en la Comisión de Fomento el pasado 10 de marzo y manifestó que “no hay ninguna intención de nada” al aprobarlo en este Pleno, rehazando los argumentos del PSOE. Conesa confirmó que el director técnico del área valoró en su momento las características del contrato y la empresa prestataria, afirmando que era “satisfactorio”. Además, dejó claro que una cosa era el gasto de mantenimiento anual y otra los gastos extraordinarios que se producían todos los años como consecuencia de las distitas festividades.
Por su parte, el consejero de Fomento, Rafael Marín, recordó que el PSOE lo único que había intentado hacer era confundir a los ciudadanos y recordó que el contrato se hizo de la mejor manera posible, como en el año 2006. Además, añadió que sacar de nuevo a licitación el servicio no tenía por qué haber bajado el precio.