La propietaria del vado situado en la calle Teniente Morán, a la altura del número 47 de ésta, confirmó a ‘El Faro’ que el motivo por el que se ha instalado “una barra protectora” es precisamente porque, al tratarse de una calle sin salida, “los vehículos apuran mucho y ya han dañado en varias ocasiones la puerta del garaje, que ha tenido que ser cambiada dos veces”, afirmó la propietaria del garaje.
Lo que es sorprendente, para la dueña del vado, es que los conductores que le dan un golpe a la puerta no dejen ningún tipo de dato para poder reclamar la reparación de ésta al seguro pertinente, sino que se marchan sin más.