Subrayan que “la guerra no es santa, sino que es la antítesis del Islam” porque hay que apagar los fuegos que desatan las batallas
La principal conclusión del seminario de la Comunidad Islámica de Melilla a la que deben llegar los más jóvenes es que a grupos, como Daesh o Boko Haram “no se les consideran musulmanes, sino criminales y terroristas que justifican su acción a través de la religión, aunque no tengan que ver nada con el Islam”.
El curso sobre ‘El radicalismo violento’, que ha emprendido la CIM este fin de semana, terminó con esta idea sobre la mesa. En el debate que se realizó con los ponentes que han participado en estas charlas se dejó claro que estos grupos son “sectas desviadas” que responden “a agendas políticas”.
El profesor, imán y experto en el Corán, Mohamed Said Alilech, subrayó a los jóvenes que asistieron a estas jornadas que deben protegerse de algunos mensajes de las redes sociales buscando el conocimiento del Islam a través de personas cualificadas.
Denunciar si hay sospechas
Los conferenciantes también destacaron que ante cualquier sospecha, los musulmanes deben denunciar ante las autoridades si han intentado reclutarles para algún grupo radical.
En este sentido, indicaron que es mejor “cortar por lo sano” ante estas situaciones que luego lamentar la desgracia que caerá sobre ellos y sus familias.
Alilech explicó que el “panorama es muy confuso” y que cuando los jóvenes son captados ni siquiera saben bien con qué grupo están luchando. Además, recordó que estos radicales no cumplen con normas religiosas, sino con “estrategias y agendas políticas”.
La yihad
Por otro lado, una pregunta que se repite en todos los seminarios en los que participan esos expertos es qué es la yihad. El profesor Hisham Mohammad aseveró que los radicales ven la yihad como una guerra santa y no es así. “La guerra no es santa. Es la antítesis del Islam porque la guerra es un fuego que hay que apagar y entre todos para que no nos quememos”, añadió.
Por ello, otro de los puntos importantes de esta jornada fue insistir en que debe haber más comunicación y cooperación entre la comunidad musulmana y el resto de la sociedad porque los radicales son un problema que afectan a todos los ciudadanos.
De hecho, desde la CIM indicaron que han echado en falta una mayor presencia de no musulmanes en este seminario que estaba abierto a toda la ciudadanía. En este sentido, indicaron que para futuros proyectos de este tipo darán más difusión porque la idea es que participe el mayor número de personas posibles, sin importar su religión o cultura.
Valoración de las jornadas
El organizador de estas charlas, el profesor Malik Benaisa, señaló que está muy satisfecho con cómo se han desarrollado estas conferencias y de la asistencia de público a las ponencias, pues en algunas hubo que buscar sillas para dar asiento a los ciudadanos. Además, subrayó que este tipo de seminarios continuarán en un futuro.
El objetivo: mejorar la relación entre comunidades
Antes de finalizar las jornadas, el profesor Hisham Mohammad lanzó una reflexión al público. ¿Qué se puede hacer desde Melilla para combatir el radicalismo? Aseguró que la comunidad musulmana y el resto de ciudadanos deben tenderse la mano para crear una mayor comunicación verdadera. Además, ambas parte de la sociedad deben iniciar “una colaboración estrecha porque el radicalismo es un problema que nos afecta a todos y sólo acabaremos con ello si hay esa cooperación entre todos”.