El consejero de Infraestructura y Urbanismo, Rachid Bussian, ha informado de que están en la búsqueda de alguna parcela de la Ciudad para extraer una muestra, llevarlo a laboratorio y analizar si el árido se puede usar para otro tipo de construcción.
“Hemos encontrado una parcela, vamos a remitirlo al laboratorio y en caso de que dé buenos resultados se podría explotar por parte de la Ciudad Autónoma de Melilla, porque va a permitir disponer de unos áridos mucho más baratos de lo que nos cuesta con esa importación desde la Península. Estamos inmersos en ese procedimiento, si los ensayos dan buenos resultados, seguir avanzando en cada una de las fases”, dijo el consejero, quien indicó que ese terreno esta ubicado cerca de la frontera de Marigüari.
Con el cierre de la frontera, los áridos empleados para el sector de la construcción se están importando desde la Península, generando un sobre coste que además provoca un incremento en las licitaciones y en ejecución de los proyectos que lleva adelante la Ciudad así como inversionistas privados. Desconoce cuándo se abrirá la frontera por lo que buscan una solución para la importación de los áridos. El consejero afirmó que los técnicos de la Ciudad, tanto de Infraestructura como de Hacienda, estudian los sobre costes y si serán asumidos por la entidad, “y entendemos que a lo mejor, puede ser por fuerza mayor, entre otras cosas, que las empresas se ven perjudicadas”.
Aseveró que trabajan para evitar la paralización de algunas obras o que su ejecución se extiendan por más tiempo del contemplado, por lo que buscan llegar a un “acuerdo entre la empresa y los técnicos de Hacienda para poder encajarlo en ese contrato que ya se suscribió con la Administración y la empresa que ejecuta la obra”.
El consejero de Infraestructuras señaló que el encarecimiento en los precios de las obras dependen de los trabajos que se realicen, el tamaño de la obra y el uso de algunos materiales. Ejemplificó con la construcción de la nueva Jefatura de la Policía Local, cuya inversión es de más de 5 millones de euros; “se está pidiendo un modificado de 200.000 o 300.000 euros. Ya son números mayores porque prácticamente se está duplicando o triplicando lo que puede ser el coste inicial, de cuando se importaba de Marruecos”.
Están proyectadas varias obras en la ciudad, como la construcción de unos módulos en los alrededores de Purísima cuya edificación se podría ver afectada. Bussian indicó que muchas empresas licitan con los precios de Marruecos y hacen sus presupuestos en base a la importación de los áridos del vecino país. De la misma forma, mencionó que hay empresas que no están presentando sus ofertas para contratos mayores debido al coste que supone importar el material desde la Península.