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Ayer conocíamos la noticia de que un coche había recibido un disparo en el barrio de Reina Regente, concretamente, en la calle Tardino de Martinengo.
Por suerte, el joven de 26 años que estaba dentro de vehículo no sufrió ningún daño y pudo denunciar este hecho, que ya está investigando la Policía Judicial.
Del mismo modo, según informaron fuentes policiales, los indicios apuntan a que se trata de un arma de fabricación casera.
Dentro de las características que envuelven a este suceso, puede valorarse el que se trate de un hecho aislado. Sin embargo, precisamente en esta misma zona e incluso en la misma calle, fueron apedreados vehículos de Policía Local y Bomberos hace alrededor de dos semanas.
El servicio de extinción de incendios recibió una llamada avisando de dos incendios, de los cuales uno era falso, pero que hicieron que los agentes de ambos Cuerpos se desplazaran hasta esta zona de la ciudad.
Una vez allí, bomberos y efectivos del Grupo de Prevención de Riesgos (GPR) de la Policía Local fueron recibidos a pedradas sobre sus vehículos, uno de los cuales acabó con una luna casi destrozada.
En este punto, cabe señalar que sucesos como estos no deben suponer una generalización para todos los habitantes de los barrios periféricos de la ciudad.
De hecho, los propios responsables políticos y los sindicatos de Policía Nacional suelen resaltar que estos vecinos querrían vivir en paz, pero un grupo de vándalos se empeña en estigmatizar estos barrios.
Por lo tanto, parece esencial reclamar la colaboración de los propios vecinos, algo que han hecho las entidades de Policía, para terminar con actos como el de ayer o el de hace una semana, que pueden llegar a crear una imagen distorsionada e irreal de estas zonas.