La situación que viven miles de familias en nuestra ciudad ante el desconcierto que existe sobre el comienzo del curso escolar cuando apena quedarían quince días para que los escolares vuelvan a los centros es verdaderamente preocupante. Pero lo mismo está sucediendo en el resto del territorio nacional porque, por lo visto, la última palabra se producirá este jueves cuando la ministra de Educación y Formación Profesional se reúna con los consejeros de las distintas comunidades autónomas y tomen ya una decisión definitiva sobre lo que va a suceder en el mes de septiembre. En el caso de Melilla, como es lógico, se depende de los servicios centrales del departamento de Educación habrá que esperar a las directrices que se marcan desde el mismo para que la Dirección Provincial tome las soluciones adecuadas para que se produzca una resolución definitiva. Es entendible ese sinvivir de las familias, a las que nadie explica como se va a desarrollar el curso escolar ni en que condiciones de seguridad. Hay padres que incluso se plantean no enviar a sus pequeños a clase hasta que se conozcan en detalle las condiciones que habrá en las aulas.
Familias, docentes y alumnos necessitan respuestas ya, se está poniendo en juego, nada más y nada menos, que la salud y la educación de los más jóvenes.