El servicio de Bomberos de Melilla tuvo trabajo la noche de Reyes. Sobre las cinco de la madrugada sus efectivos fueron avisados por los vecinos de un incendio que se estaba produciendo en el parque que existe junto a las vivienda Rusadir, en el barrio Virgen de la Victoria. Inmediatamente se personó allí una dotación del cuerpo, que necesitó nada menos que 35 minutos para sofocar el fuego, que se cobró una buena parte del suelo especial del parquecito, destinado a impedir lesiones en posibles caídas de los niños que allí juegan diariamente.
Según ha informado UnbomberoenMelilla a El Faro, fue el humo que provocó el incendio el que llamó la atención del vecindario. Además, comentó que el fuego había sido con toda probabilidad provocado por algún incívico.
La segunda salida de los Bomberos se produjo prácticamente a la misma hora, sobre las cinco de la madrugada, por el accidente de un vehículo en el Paseo Marítimo. El coche, según testigos del siniestro, se empotró contra una farola en la parte final del paseo, justo en la subida hacia la zona de la playa de San Lorenzo. Al parecer, el conductor podía ir bajo los efectos del alcohol.
En este caso, los bomberos no tuvieron que mover el vehículo sino que su presencia tenía por objeto que aplicaran el producto llamado ‘sepiolita’, que sirve como absorbente para líquidos peligrosos. “No tuvimos que intervenir más que para echar sepiolita”, apuntaron las mismas fuentes.
Hay que reseñar, por otro lado, la intervención de los bomberos la madrugada del pasado día 5 por el incendio de un vehículo en la calle Ibiza, en el barrio Del Real, ocurrido en el tramo entre las calles Mar Chica y Bocana, muy cerca de las viviendas. Esa misma noche los funcionarios del cuerpo tuvieron que auxiliar a una persona que se había caído en su vivienda y un familiar no podía levantarla, y además, procedieron a rescatar a una persona que había quedado atrapada en el ascensor de un edificio en la calle General Marina.