El juez Rafael Lasala, de Zaragoza, que investiga la entrada del líder del Frente Polisario Brahim Ghalib en España, al margen de cualquier control fronterizo, ha imputado a la ex ministra de Asuntos Exteriores Arancha González Laya.
La ex ministra de Pedro Sánchez ha sido llamada a declarar en calidad de investigada a petición del abogado de la acción popular, Antonio Urdiales, según recoge el diario El Mundo.
En el caso están imputados también el ex jefe de Gabinete de Laya, Camilo Villarino, y la ex jefa de Gabinete de Carmen Clavo, que llamó a Villarino de parte de su jefa, interesándose por la entrada de Brahim Ghali a España.
El ex jefe de Gabinete de Laya ha dicho al juez que la decisión de que Ghali entrara a nuestro país de incógnita no fue sólo de su ex jefa. Esto ha llevado al PP a pedir que se desvele el nombre del "señor X" que respaldó a Laya en su pulso a Marruecos.
Villarino ha contado también que su ex jefa lo llamó y le dijo que se había tomado la decisión de dejar entrar a Brahim Ghali en España por razones humanitarias para que se atendiera en Logroño del coronavirus que padecía.
Fue entonces cuando el juez Lasala destapó las peculiares condiciones en las que entró Brahim Ghali en España, pese a que tenía pendiente en nuestro país un juicio por delitos de lesa humanidad.
El juez Santiago Pedraz archivó la causa, que venía de una denuncia interpuesta contra él en 2008 por la Asociación Saharaui para la Defensa de los Derechos Humanos, y Brahim Ghali pudo salir de España sin ningún tipo de restricciones.
Villarino descartó asimismo ante el juez que su ex jefa González Laya fuera responsable en solitario de la decisión de permitir entrar a Ghali en España porque, según dijo, el "Gobierno no es un reino de taifas".
Del incidente se sabe que el único que se opuso a la entrada de Ghalib en España fue el ministro del Interior, Fernando Grande Marlaska, que veía venir la crisis diplomática con Marruecos que terminó con la marcha sobre Ceuta del 18 de mayo.
Este sábado Brahim Ghali, regresó a los campamentos de refugiados instalados en la región desértica argelina de Tinduf. Lo hizo más de cinco meses después de que fuera evacuado con urgencia desde Argel a España a causa de una grave infección de la covid-19.