La idea de crear un ente con el encargo específico de abordar la problemática de los distritos IV y V, los más deprimidos de Melilla, fue acogida con optimismo cuando el presidente Juan José Imbroda presentó el diseño de su nuevo Gobierno tras las elecciones del pasado mes de mayo. Desde entonces, este organismo, personificado en la figura de Rafael Marín como consejero adjunto a la Presidencia, ha pasado por diversas fases sin acabar de entrar en acción. Su principal actividad, una vez acordada su forma jurídica, se ha centrado en el análisis de la situación en estos barrios y en el esbozo de posibles actuaciones.
Sin embargo, la situación en esas zonas de la ciudad, especialmente castigadas por la crisis económica, no admite muchas más esperas. Sus vecinos necesitan ver cómo se acometen los primeros proyectos que sirvan para paliar las dificultades por las que atraviesan. El propio delegado del Gobierno, Abdelmalik El Barkani, se plantea la necesidad de desarrollar un plan de empleo extraordinario en Melilla. Aunque no ha marcado una zona específica de la ciudad, no son precisos análisis especialmente complejos para descubrir dónde están las necesidades más acuciantes.
Francisco Javier González sustituye hoy en el cargo a Rafael Marín tras asumir éste el puesto de director provincial del área de Fomento de la Delegación del Gobierno. En sus manos está retomar la labor emprendida por su antecesor y comenzar a transformarla en actuaciones concretas para que la figura de consejero adjunto a la Presidencia para los distritos IV y V adquiera el auténtico sentido para la que fue creada.