El presidente del Partido Popular de Melilla, Juan José Imbroda, ha pedido en una rueda de prensa que se aplica desde el Ejecutivo nacional el 155 al Gobierno de Melilla o una forma jurídica que se adaptase a la forma jurídica de la Ciudad Autónoma. El presidente popular recordó lo que se hizo con la alcaldía de Marbella hace años.
Además, ha anunciado que preparan una demanda contra el Gobierno local alegando que hay elementos suficientes que demuestran que este no reaccionó antes las alertas que enviaron distintos sectores sanitarios advirtiendo del colapso sanitario. Criticó que desde el Gobierno local echen la culpa al Ejecutivo de la nación sobre la situación epidemiológica de Melilla y apuntó a que los únicos responsables son los dirigentes locales. También fue duro con las últimas comparecencias del presidente de la Ciudad, Eduardo de Castro, sobre las que dijo que salió para "No decir nada" y que luego anunció que pidió el estado de alarma a través de Twitter. Imbroda se preguntó que "qué cachondeo es este" y tildó a De Castro de “incompetente, inútil y soberbio” y manifestó que este no debería ser presidente de la Ciudad.
Imbroda comenzó su intervención comparando los últimos datos epidemiológicos de Ceuta y Melilla. Expuso que la ciudad hermana tiene 298 casos activos frente a los 1.038 de Melilla. Imbroda argumentó que no es que los ceutís sean más responsables que los melillenses, sino que todo el peso de los datos cae en la gestión de los Ejecutivos de cada ciudad. "La autoridades competentes de Ceuta lo han hecho infinitamente mejor que los de Melilla", y subrayó que en los ceutíes están dando información más detallada sobre la situación y con más transparencia; puso de ejemplo que allí se conocen los distritos con más contagios. El popular piensa que el Gobierno melillenses no tomó las medidas adecuadas a tiempo y cuando las tomaron lo hicieron "tarde y mal", manifestó.
Imbroda, déjese de tonterías.
Tiene razón el SR° Imbroda, este gobernante debe largarse ya y dejar que otro sea el que presida,entre otras cosas por no ser capaz de controlar a sus diferentes miembros donde cada uno va a lo suyo y según le vaya en importancia para su partido correspondiente.