El delegado del Gobierno negó hace unos días que el Dique Sur, y en concreto las instalaciones próximas de la depuradora, sean una entrada asidua de inmigrantes en su intento por escapar de Marruecos y acceder al continente europeo a través de Melilla. Sin embargo, los hechos demuestran lo contrario. En concreto las entradas registradas en lo que va de mes.
Si a lo anterior se une el mayor repunte en la entrada de menores marroquíes no acompañados, hay que preguntarse hasta qué punto estamos ante una relajación nada casual de los controles fronterizos por parte de Marruecos o, por el contrario, ante puros hechos casuales, que en el caso de los menores suelen sucederse en forma de más entradas siempre que vivimos un período festivo o épocas más lúdicas como la semana de Feria.
El delegado del Gobierno debería dar cifras de cuantos inmigrantes han llegado a Melilla desde el verano pasado, en que se sucedieron los primeros hostigamientos fronterizos. Ya no hay saltos masivos sobre la valla pero sí un goteo por diversas vías que ante la falta de información oficial desata todas las especulaciones.