La secretaria de Estado de Estado de Seguridad, Ana Botella, se guardó para su visita a Melilla el anuncio de las conclusiones de una reunión bilateral mantenida con autoridades marroquíes hace 15 días en Rabat, y en la que Marruecos mostró su disponibilidad para recibir de vuelta a sus menores no acompañados que ahora mismo están bajo la tutela de las autonomías españolas.
Éste no es un anuncio cualquiera: es el anuncio del año. Otra cosa es que llegue a materializarse porque estamos ante el problema de siempre: España tiene que documentar que el niño que quiere devolver tiene familia en Marruecos o de lo contrario sólo puede ser entregado a Rabat si es acogido por instituciones públicas y nuestro vecino, como todos sabemos, no tiene dinero ni para pipas cuando se trata de invertir en su gente.
España se encuentra con que no puede ejecutar las devoluciones de los niños marroquíes con la alegría con que entrega a los inmigrantes subsaharianos en la valla porque nuestro país es muy riguroso en cuestiones que atañen a los derechos de la infancia.
No es la primera vez que Marruecos se muestra favorable a recibir a los menas de vuelta a casa, pero nunca antes un político había sido tan convincente o tan incauto, dependiendo de cómo se mire, a la hora de anunciar el acuerdo verbal alcanzado con Rabat.
Estamos en precampaña electoral y eso se nota. Hay que levantar el ánimo a la gente porque una cosa es el achuchón de las encuestas del CIS y otra muy distinta ganar las elecciones en las urnas.
Si Marruecos empieza a recibir menores de vuelta a casa antes de que haya que votar en las urnas, el PSOE de Melilla se podría anotar el primer gran gol de su historia porque para nadie es un secreto que el miedo al mena tiene a esta ciudad movilizada.
Por eso, el anuncio de la secretaria de Estado de Seguridad, Ana Botella, es probablemente el segundo mejor del año, después del de la entrada en vigor del aumento de la deducción del 50 al 60% en el IRPF en Melilla. Podría, incluso, opacar la pésima gestión socialista tras el cierre de la Aduana comercial en la frontera de Beni Enzar el pasado 1 de agosto.
Pero no vamos a celebrarlo desde ahora ni por anticipado. Hay que esperar, que a los políticos les encanta vendernos humo. ¿Alguien recuerda cuándo fue la primera vez que nos hablaron de ampliar el puerto o de reiniciar las obras del hospital universitario? Pues eso.
Supongo que estas declaraciones de la secretaria de Estado de Seguridad dan respuesta a la lluvia de cartas que salieron desde la Consejería de Bienestar Social de Melilla con destino a Madrid.
La avalancha de misivas fue criticada por el PSOE porque esta formación entiende que los menores no acompañados son una responsabilidad local y no del Estado. También porque en tiempos de Rajoy a alguien se le olvidó ir a Correos a enviar las quejas a Madrid.
De eso se trata cuando hablamos de hacer oposición, de jugar todas las cartas. Ambos (PP y PSOE) han hecho y dicho lo que tenían que hacer o decir. Ahora los ciudadanos debemos juzgar, cada uno atendiendo a sus afinidades políticas, si le parece bien o le parece mal, premiando o castigando a cada uno de ellos en las urnas.
Durante los últimos años, son muchos los que han descargado en los menores no acompañados la responsabilidad por el aumento de la inseguridad en nuestra ciudad. Que Marruecos acepte de vuelta a niños que por ser justamente niños necesitan estar con sus padres, es una buena noticia.
No sólo para los antimena. También para quienes no nos gusta verlos malvivir en las calles y, sobre todo, para el niño. Si emigrar es durísimo para un adulto no quiero ni imaginarme lo que puede significar para un menor solo.
Es curioso que te parezca que es el "el miedo al mena" el que por lo visto tiene ¿movilizada? a la ciudad y no el miedo a quienes tienen a los niños en la calle con su desgobierno, deventurados, porque como les niegan la documentación A LA QUE TIENEN DERECHO, los niños prefieren jugarse la vida en el barco. Qué ligereza para algo tan serio. Tener un padre, de tenerlo, no te asegura mucho. Pero estamos más preocupados en si el pescado no es barato o si la semiesclavitud de las mujeres que nos limpian la mierda se puede pagar aún peor y no de los derechos humanos en el país vecino.
Por cierto...si se llevan los "MENA" ¿dónde van a enchufar a las desventuradas y demás filiaciones el desgobierno? ¿Alguien ha pensado en que los niños "dan trabajo" a una ciudad parada?
Y hablar de ampliación del puerto ya hace tiempo que ha dejado de ser mantra para ser idiotez, incluso nombrarlo. Sin frontera comercial, con el contrabando pendiente de un hilo, y con las infraestructuras portuarias del país vecino cogiendo velocidad de crucero...¿ampliación? De la celda donde tendría que estar más de uno