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Las autoridades visitan sepulturas de víctimas de accidentes y personajes ilustres de la ciudad
Las autoridades de la Ciudad recorrieron ayer el cementerio cristiano de La Purísima para visitar las sepulturas de héroes, víctimas de accidentes y grandes personalidades de Melilla con el objetivo de rendirles un emotivo homenaje en el Día de los Difuntos.
Los miembros del Gobierno local y de la Asamblea de Melilla, además de representantes de la Delegación del Ejecutivo central, depositaron coronas de flores sobre las tumbas del alcalde Rafael Ginel Cañamaque, el concejal José Imbroda o e presidente de la Junta de Arbitrios, Cándido Lobera Girela, entre otros políticos.
El presidente de la Ciudad, Juan José Imbroda, asegura que esta tradición debe continuar en las futuras generaciones porque es una forma de expresar el cariño y el recuerdo de todo un pueblo por estas personas fallecidas.
Imbroda destacó que todos los días 2 de noviembre se realizará este reconocimiento a personas que, desde diferentes áreas, como la política, las artes, la cultura o con su heroísmo, “han hecho de Melilla una ciudad mejor.
Por otro lado, fue muy emotivo el homenaje que se rindió al melillense Antonio Molina, el guardia civil que fue asesinado por ETA y que evitó que dos etarras pusieran una bomba en Madrid. Junto a miembros de la Benemérita, las autoridades han realizado una ofrenda de una corona de flores en su tumba. Además, Imbroda tuvo la oportunidad de saludar con gran afectuosidad a la mujer de Francisco Gil, un melillense que no dudó en meterse en el mar para rescatar a varios bañistas, una acción heroica que le llevó a perder la vida. Las víctimas del accidente aéreo de 1998, las víctimas del polvorín de 1928 o las de la rotura de los depósitos de agua de 1997 fueron otras de las sepultura visitadas por las autoridades en este recorrido tradicional por La Purísima.