Emilio Guerra, líder de Unión, Progreso y Democracia en Melilla, pidió ayer que el delegado del Gobierno, Gregorio Escobar, abra una ronda de consultas con todas las fuerzas políticas y agentes sociales de la ciudad, tras considerar “positivas” las entrevistas de la autoridad gubernativa con miembros de distintas asociaciones de los barrios protagonistas de los disturbios sociales de la pasada semana. No obstante, advirtió que “no debe cometerse el error de olvidar y menospreciar a los muchos parados, que de momento, sufren, guardan silencio y además son la mayoría”.
“UPyD –dijo- considera vergonzoso y provocador el tratamiento político que se le está dando a los incidentes, por unos dirigentes del PP, PSME y CpM”, de los que dijo Emilio Guerra “están más preocupados en los réditos electorales que puedan sacar del asunto, que de poner freno a lo que se puede convertir en un conflicto mucho más grave y generalizado”.
El dirigente magenta hizo por ello un llamamiento a la “cordura y el dialogo” pero de momento, dijo, “sólo encontramos acusaciones mutuas, amenazas de querellas y el abono permanente para el enfrentamiento entre PP, PSME y CpM”.
Guerra cree que “la Ciudad Autónoma y la administración del Estado, en franca y leal sintonía, disponen de recursos más que suficientes como para amortiguar el terrible impacto del paro, la marginalidad y la pobreza en Melilla”, conceptos, que a juicio del upedista “son utilizados por ambas administraciones como daga para apuñalarse mutuamente”.