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Los ecologistas quieren fomentar el conocimiento de las especies autóctonas entre los estudiantes
Las lluvias de los últimos días han permitido a la asociación Guelaya-Ecologistas en Acción adelantar a noviembre su calendario de reforestación de la ciudad que el año pasado se vio retrasado hasta enero por falta de precipitaciones. Así lo explicó ayer a El Faro un miembro de esta entidad ecologista Manuel Tapia. Este integrante de Guelaya también se mostró positivo por el buen resultado de la producción de especies autóctonas protegidas que llevan a cabo en el vivero de la asociación y cuya intención es donar a instituciones educativas para fomentar el conocimiento entre los alumnos de distintos centros.
Las labores de reforestación se llevan a cabo con especies autóctonas caracterizadas por ser especies protegidas y muy resistentes a la sequía. La plantación de estos ejemplares se realiza en múltiples zonas de la ciudad con el objetivo de recuperar parte de la flora perdida por los efectos de la desertificación debido al incremento de temperaturas y por el exceso de urbanización.
Gran parte de estas zonas se corresponden con la periferia de Melilla que, según Tapia, “después de décadas de reforestaciones de Guelaya, hoy son pequeñas reservas de bosque mediterráneo con una alta biodiversidad”. Algunos lugares en los que los ecologistas realizan las reforestaciones son los márgenes de los arroyos Sidi Guariah y Alfonso XIII y del río Oro, la extensión del barranco del Nano y en los alrededores y en el propio Campus de la Universidad de Granada (UGR) en Melilla.
Donación de ejemplares
Otro de los proyectos que Guelaya se trae entre manos es la donación de una parte de las plantas de especies autóctonas protegidas y criadas en su vivero a las instituciones educativas que se las soliciten, ya que los resultados de su regeneración natural han sido “muy positivos”.
La intención es que los escolares de Melilla, tanto de colegios como de institutos, puedan conocer y crear sus propios jardines en sus centros educativos con algunas de las “joyas del patrimonio natural melillense”, como el araar (Tetraclinis Articulata), la jarilla cabeza de gato (Helianteum Caput-Felis) o la jara de Cartagena (Cistus Heterophyllus).
Por otro lado, Guelaya también invita a la Ciudad a acoger algunas de estas especies para incluirlas en los jardines públicos de Melilla, fomentar su plantación y ofrecer información sobre ellas a todos los melillenses que paseen por estas zonas verdes.
Talleres de concienciación
La asociación ecologista mantendrá en su programación la realización de talleres de concienciación por el resto y cuidado del medio ambiente y el entorno natural. Además, en su agenda de actividades mantendrá las plantaciones de semillas que realiza con los centros escolares en su vivero.
Ya en primavera, Guelaya retomará nuevamente los paseos naturales por los bosques de la ciudad, así como por las zonas en las que realizan las refosrestaciones y que cada vez son más extensas y frondosas.
Melilla salva de la extinción a la planta del año, la jara de Cartagena
Guelaya ha conseguido aumentar la población de ejemplares de la jara de Cartagena (Cistus Heterophyllus), una planta en peligro de extinción que ha recibido la distinción de Planta del Año 2018 por la web de divulgación científica y natural ‘Los Porqués de la Naturaleza’. La jara de Cartagena es un arbusto de hasta 80-90 centímetros de altura, con flor rosa, que está catalogada como una de las especies de flora más amenazadas de la península ibérica al conservarse menos de 20 individuos en estado silvestre. Sin embargo, los ecologistas de Melilla han conseguido reproducir centenares de ejemplares en su vivero y trasplantar algunos de ellos en las zonas que están reforestando.
Esta jara tan solo está presente en el levante español, más concretamente en el tramo oriental de la Sierra de Cartagena y en la Pobla de Vallbona (Valencia), además de en nuestra ciudad autónoma. Debido a los pocos ejemplares salvajes que se han localizado hasta ahora, la jara de Cartagena ha sido incluida en el Catálogo Español de Especies Amenazadas. Por ello, Guelaya mantiene el cuidado de numerosos ejemplares en su vivero y está dispuesta a donar algunos de ellos a los centros escolares de Melilla para que los planten en sus jardines y contribuyan a su reproducción y conservación.