Miles de personas en la ciudad que salieron este fin de semana a hacer la compra han echado en su carro unos cuantos kilos de más para luego donar esos alimentos a una entidad que ayuda a ciudadanos que se encuentran en una situación económica complicada. Se trata del Banco de Alimentos, que ha movilizado a toda la ciudad para hacer ‘Gran recogida’ una actividad con la que pretende no solo recopilar productos no perecederos para familias necesitadas, sino también mover conciencias sobre que dando poco se puede ayudar mucho. Con un kilo de arroz de una persona, una caja de leche que done otra y cuatro potitos que traiga otra familia, las ‘bañeras’ de cartón del Banco de Alimentos se han ido llenado de productos y de solidaridad de los melillenses.
Pero para lograr esto no sólo hace falta que los ciudadanos conozcan la iniciativa, sino también, que haya voluntarios que les animen a hacer las donaciones y luego se encarguen de recoger las bolsas y ordenar los productos en la sede.
Entre los voluntarios están Neri y Marua. La primera de ellas destacó que, junto a otros miembros de la Asociación Mujeres Vecinales, estaban hablando al público que entraba en el supermercado del Parque Murias de la importancia de esta iniciativa y de los alimentos que necesitaban para las personas beneficiarias de esta ayuda. En el caso de Marua es la tercera vez de forma consecutiva que colabora con el Banco de Alimentos. Aseguró que había personas que pasaban de ellas, pero otras, en cambio, les daban alimentos y colaboraban dentro de lo que podían.
Aspanies Plena Inclusión
También en el Parque Murias estaba un grupo de usuarios de Aspanies Plena Inclusión. Elena Leiva, psicóloga de esta entidad, explicó que el Banco de Alimentos colabora mucho con esta entidad y por lo tanto, Aspanies tenía que responder aportando en días como estos a todos los voluntarios que podían.
Elena explicó que había personas que no querían ni escuchar a los voluntarios, pero otras, en cambio, incluso se intensaban por conocer cómo trabaja el Banco de Alimentos en Melilla.
Recordó que las puertas de esta entidad están abiertas y cualquier ciudadano puede ver cómo realmente llega el alimento a las familias que lo necesitan.
Los alimentos
¿Y qué es lo que pide el Banco de Alimentos? Esta entidad ha demandado, sobre todo, alimentos no perecederos como legumbres, pasta, arroz o aceita, pero también productos de alimentación infantil porque son más caros y son más necesarios, como los potitos o la leche de continuación.
Paco, un melillense que este fin de semana salió a la hacer la compra, dedicó parte de ésta a adquirir dichos alimentos infantiles para el Banco de Alimentos.
En el Mercadona había también un gran número de voluntarios, como miembros de Aspanies y Autismo Melilla. Entre ellos estaba también Merche. Ella asegura que tuvo que demandar la ayuda del Banco de Alimentos hace muchos años y, por eso, ahora que su situación económica es mucho mejor ha quiero devolver parte de esa generosidad que ella y sus hijos recibieron. Afirmó que como su caso hay muchos de melillenses que pudieron salir adelante gracias al Banco de Alimentos y que ahora se paran para dejar la aportación que pueden en las cestas.
Y hay muchos melillenses solidarios, como Ángela, que entregó una bolsa con lentejas, garbanzos, habichuelas y pasta. “Yo colaboro siempre y voy donde me llaman. Hay mucha pobreza y hay que echar una manilla y si se puede dos, mejor y sino media”, destacó.