Antes de que llegue el último día de la Semana Santa y poner el broche de oro a una de las festividades más importantes y preciosas de nuestro país, El Faro ha podido entrevistar a una de las mujeres de trono que portan la Virgen del Rocío este Domingo de Resurrección en Melilla.
Apasionada y enamorada desde pequeña de la Semana Santa de Melilla, esta joven melillense, Lourdes (nombre ficticio), no ha querido publicar su nombre real, va a cumplir 23 años en la Cofradía del Cautivo y desde el año 2000 es una de las 35 mujeres de trono que llevan la Virgen del Rocío y que cada vez se siente más apasionada por poder ser los pies de la Virgen, y poder transmitir ese inexplicable sentimiento a todas las personas que la rodean.
- Cuéntenos en primer lugar, ¿Qué edad tiene, a qué se dedica, cuáles son sus aficiones, etc?
Me llamo Lourdes (nombre ficticio), tengo 36 años y tengo dos niños mellizos de 15 meses. Soy auxiliar de Enfermería desde hace algunos años, amo a los animales y me encanta dedicarme a los demás, en especial al colectivo de mayores.
- ¿Cómo comenzó su idilio con la Semana Santa?
Todo se remonta al año 1996, cuando mi padre, que ha sido Guardia Civil durante toda su vida, decidió formar juntos a dos de sus compañeros la escuadra de honores de la Guardia Civil en la Comandancia de Melilla.
Es cierto que luego se unieron más, pero ellos tres fueron los propulsores de este proyecto. Ellos iban custodiando la Virgen del Mayor Dolor, que salía desde la Junta del Puerto, todos los miércoles Santo. A día de hoy sale desde la Plaza de Toros y pertenece a la cofradía del Pueblo. Entonces yo iba a verlo con mi madre desde que era pequeña y siempre me quedaba enamorada cada vez que lo veía, y le decía: “¿Por qué papá está ahí dentro y yo no? yo también quiero”.
Por lo que después de insistir tanto a mis padres para entrar en la Cofradía junto a Jonathan, uno de mis tres hermanos, habló con el hermano mayor de la Cofradía y nos consiguió meter a los dos.
Y al final entré de nazarena con 10 o 11 años y no pude portar el trono porque en ese entonces estaba mal visto que una mujer fuese portadora, y la experiencia me encantó, pero eso me sabía a poco.
Entonces, al año siguiente vi que había un trono, el Cristo del Socorro y la Cruz de Guía, que solo era llevado por mujeres y salían el miércoles y el viernes santo, respectivamente. Yo automáticamente intenté hacer todo lo posible para entrar pero mis padres no me dejaron porque era muy pequeña y mi hermano sí consiguió entrar en la banda de dicha Cofradía.
- Una vez dentro del mundo de la Semana Santa. ¿Cómo empezaste a formar parte de la Cofradía del Cautivo?
En el año 2000 nos mudamos a vivir a la Comandancia de la Guardia Civil y por allí pasaba antes el Cautivo y la Virgen del Rocío, que siempre han sido los mejores tronos de Melilla, bajo mi opinión.
Entonces me acuerdo que una amiga mía me dijo de ir a verlo porque su madre salía allí y a mí me extrañó bastante porque las mujeres no salían como portadoras, pero ella me dijo que iba debajo del manto de la Virgen.
Entonces no me lo pensé dos veces y fui, primero para ver si era cierto y segundo para saber cómo era posible aquello porque yo no me había enterado de esa posibilidad.
Y resulta que justo en la parada que hicieron en la gasolinera que está al lado de la Comandancia, salieron de repente todas las mujeres de debajo del manto y me quedé super impactada, porque eso antes era algo totalmente impensable y al ver aquello mi deseo de formar parte de los portadores aumentó más todavía.
Independientemente me dirigí hacía la madre de esta amiga mía y le pedí por favor que me dejase ponerme junto a ella debajo del manto hasta el final del recorrido. Me dijo que me buscara un traje de chaqueta y que entrara en la siguiente parada, fui corriendo a coger uno que me quedaba enorme y me dejaron hacer el resto del recorrido hasta la Hermandad y fue una sensación increíble…
- ¿Qué sacrificios realiza en Semana Santa por ser mujer de trono y cofrade?
Si antes tenías que hacer sacrificios, ahora con mis dos niños de poco más de un año imagínate porque aunque el recorrido desde hace algunos años sea más corto, dura en torno a unas 12 horas y es muchísimo tiempo. Entonces, aunque yo deje a los niños con mi pareja, los tengo que dejar.
Y en tema de alimentación, no cambio absolutamente nada ni ningún hábito, simplemente no como carne el Jueves y el Viernes Santo, pero nada más.
- ¿Cómo es la vida de un cofrade el resto del año?
Pues un verdadero cofrade lo es durante todo el año y yo siempre estoy muy activa e intento participar también en todas las actividades que se organizan desde nuestra Cofradía, siempre y cuando el trabajo me lo permite.
Por eso entre los niños y el trabajo tengo muy poco tiempo para atender a la Cofradía durante todo el año, pero al menos en Semana Santa siempre intento estar por y para ellos porque es una de mis pasiones.
Por ello, siempre se organizan bastantes iniciativas y jornadas de convivencia y las puertas siempre están abiertas para cualquier persona que necesite algo porque siempre te reciben con los brazos abiertos.
De hecho, desde aquí aprovecho para dar mi enorme agradecimiento al Hermano Mayor de la Cofradía, Gregorio Castillo y a su hijo Daniel por todo el cariño enorme que me han dado siempre desde que llegue, al igual que a todos los hermanos de la Cofradía.
Además, también me gustaría hacer una especial mención a la agrupación musical de Jesús Cautivo porque siempre están con nosotros y nos acompañan tocando durante todo el recorrido, aunque esté lloviendo, tronando o haga muchísimas calor, siempre están ahí.
- ¿Cómo ha evolucionado la figura de la mujer de trono en Melilla?
Yo he vivido muchas situaciones desde que estoy dentro de la Cofradía y ligada a la Semana Santa. Hemos luchado y avanzando mucho en ese aspecto, gracias a Dios porque antiguamente la mujer se tenía que esconder y estaba muy mal visto que llevase un trono.
Desde hace varios años las mujeres se implican más en los tronos de Melilla. Yo creo que ahora más que nunca estamos las mujeres metidas en este mundo y es una gran alegría, pero creo que todavía falta un poco más.
Fíjate si la mujer de trono es tan importante en la Semana Santa de Melilla a día de hoy, que si no fuese por la ilusión y la ayuda de todas nosotras los tronos no tendrían portadores suficientes para que salieran los tronos.
Cada vez somos más mujeres de trono que hombres y gracias a todas nosotras la Semana Santa de Melilla sigue viva, más viva que nunca.
- ¿Qué supone para usted ser los pies de la Virgen del Rocío?
Para mí significa todo. Llevo 23 años sacando a nuestra Virgen del Rocío y únicamente no lo he podido hacer en dos años, el primero porque estaba embarazada y el segundo por recomendaciones médicas tras la dificultad que tuvo mi embarazo, y en ambas ocasiones lloré muchísimo por la pena que sentía de no poder sentir a la Virgen.
En el segundo año sí pude estar acompañando a la Virgen durante prácticamente todo el recorrido con mis dos niños, pero evidentemente no es lo mismo.
Significa tanto para mí sentir a la Virgen sobre mí, que un año operaron a mi padre en la Península y pesar de toda la situación personal tan difícil que estaba viviendo, vine a Melilla únicamente para sacar el trono y después volver a estar con mi padre en el hospital porque es algo que necesito en mi vida.
- ¿Qué significa para usted la Semana Santa?
Para mí la Semana Santa lo es todo, lo diré siempre. Por ejemplo, hay años que por culpa de la lluvia el trono no sale y esos años yo lo paso muy mal.
Siempre hay gente que dice que no pasa nada, que Jesús ya sabe como es todo y está cansado de la misma historia y lo tiene aprendido. Yo sería incapaz de verlo así, en mi caso siempre intento visualizar y mantener presente por todo lo que pasó Jesucristo y sobre todo intentar que las nuevas generaciones no olviden nada de lo que ocurrió en aquel entonces.
Lo he repetido antes, el verdadero cofrade lo es todo el año y no únicamente durante los siete días que dura la Semana Santa. Fíjate si es tan así, que cuando acabamos el recorrido y encerramos, ya estamos pensando en la Semana Santa siguiente y que llegue lo antes posible porque no podemos dejar de pensar en otra cosa, lo es todo para nosotros.
Falte el tiempo que falte, me pongo marcha de Semana Santa mientras voy en el coche, cuando tengo recuerdo instantes durante el recorrido o me imagino otros, cuando abro el armario y veo la túnica, cuando paso cerca de la Cofradía, cualquier momento relacionado con la Semana Santa me pone los pelos de punta y me emociona, no puede evitarlo, es algo maravilloso.
- ¿Cuál es su momento más emocionante durante el recorrido?
Lo tengo muy claro. Llega el momento de subir la cuesta hacia Calvo Sotelo, que es el último tramo hasta la Casa de Hermandad, la banda toca siempre la misma marcha, cierras los ojos, lo sientes, te evades completamente, te dejas llevar y los pies van solos.
Cuando el capataz toca la campana y lo subimos al cielo… “Ya huele a barrio”, esa frase quiere decir que ya estamos muy cerquita de llegar.
Entonces desde que pasamos el puente de la Gota de Leche hasta que terminamos de subir la cuesta de Calvo Sotelo, esa es sin duda mi parte favorita, pero al mismo tiempo es la más triste porque eso significa que el momento más bonito del año se está acabando…
Muchas felicidades a todas las mujeres y hombres que han hecho posible , de nuevo este año, que nuestra querida Melilla, brile una vez más en esta Semana Santa y seguirles animando a crecer cada año en brillantez.
No entiendo....de verdad me sorprende...no quiere publicar su nombre real...porque?..se avergüenza de.lo.que siente o dice??...gente de.mellilla
No lo entenderás nunca...necio