A inicios de este mes el número de proyectos que se había presentado por parte de los ciudadanos a los presupuestos participativos era de unos 60, pero el consejero de Hacienda, Julio Liarte, aseveró ayer que ha aumentado esta cifra porque cada día recibe noticias y llamadas de melillenses al respecto. Aunque no tiene el dato concreto de cuántas iniciativas se han adjuntado a la Ciudad para ser recogidas en las cuentas de 2020, cree que esta experiencia ha sido “un éxito, que no es para el Gobierno, sino que el éxito es de los ciudadanos que están actuando de forma responsable”.
Liarte explicó que se ha dado este año a los melillenses una herramienta de participación “tras muchos años de oscuridad”. Indicó que los ciudadanos están utilizando esta medida para trasladar las inquietudes que tienen al Gobierno local.
“Muchas actuaciones, las mejores diseñadas, las que tengan más posibilidades técnicas y de viabilidad económica de ser llevadas a cabo, se harán y los ciudadanos habrán contribuido de esta forma responsable al crecimiento de la ciudad”, añadió.
De hecho, mañana lunes finaliza el plazo para entregar estos proyectos al Ejecutivo.
Grupos de trabajo
Al margen de este asunto, el consejero de Hacienda indicó que el Gobierno local está preocupado por la situación económica de la ciudad. Resaltó que hay una crisis fronteriza que está afectando al comercio mayorista y también al minorista, sobre todo, a la zona centro. Por ello, informó de que se han creado varios grupos de trabajo para “no solo mostrar nuestro cariño, sino también nuestro apoyo” a los empresarios afectados.
En este sentido, explicó que el primer grupo se ha constituido esta semana y es sobre frontera. El próximo se creará el martes y versará sobre el comercio interior de la ciudad.
Además, el consejero aseveró que aún falta uno más para analizar la contratación pública. Y será en noviembre cuando se formará el último grupo de trabajo en el que se abordarán asuntos más a largo plazo. Por ello, se hará una planificación estratégica; se hará una programación económica; y se analizarán asuntos generales de política económica que “tengan a bien comunicar de abajo a arriba los empresarios y los sindicatos para consensuar posturas y políticas con el Gobierno local y que sean tenidas en cuenta sus opiniones”. Añadió que el objetivo es que, entre todos, se diseñe una ciudad de futuro con el horizonte en 2030 de la que “nos sintamos orgullosos no solo los melillenses, sino todos los españoles”.