-
En las jornadas, se han trabajado las técnicas de primeros auxilios físicos y de tipo comunicativo
El Grupo de Intervención Psicológica en Emergencias y Catástrofes (Gipec) puso el broche hace unos días a los módulos formativos que, desde el pasado mes de septiembre, ha coordinado con el objetivo de reforzar las aptitudes de primeros auxilios, tanto físicos como sobre todo psicológicos, en los profesionales de diferentes cuerpos de seguridad, como Bomberos, Protección Civil o las Fuerzas Armadas. En total, han sido 13 las personas que han participado en los cursos. Entre ellas, además de miembros de los citados colectivos, se encuentran estudiantes de Enfermería del campus de la UGR.
La cifra, según comentó ayer a El Faro el responsable de la organización, Juan Manuel Fernández, ha sido sensiblemente inferior a años anteriores, donde la inscripción ha oscilado entre los 40 y los 45 alumnos. “No se pudo anunciar con la suficiente antelación”, justificó el psicólogo, quien, sin embargo, valoró positivamente la reducción, por la mayor facilidad que entraña a la hora de realizar prácticas o simulacros.
Técnicas
En general, las acciones han ido orientadas a mejorar la comunicación entre el personal de intervención en accidentes o desastres y las víctimas y demás afectados por los mismos, aunque también a reforzar mentalmente a los primeros en caso de una hipotética actuación. En este sentido, se han desarrollado técnicas como el ‘debriefing’ o el ‘defusing’.
Ambas consisten en reunir a los profesionales implicados en operaciones de rescate, salvamento y demás para, en palabras de Fernández, “airear emocionalmente lo que han sentido y compartirlo con los demás compañeros”. La diferencia entre los términos alude al tiempo transcurrido desde la intervención: el ‘debriefing’ se lleva a cabo 48 horas después y el ‘defusing’ tras un período más extenso. El fin, en ambos casos, es evitar que la actuación afecte a la vida personal y profesional de los trabajadores.