La Unión Deportiva Melilla entrenaba en la mañana de ayer miércoles, el primero del Janucá melillense, sobre el césped sintético del campo federativo de La Espiguera.
Si en la tarde del pasado martes, nada más bajarse del avión prácticamente, realizaban una sesión de activación en el Anexo del Estadio Álvarez Claro, en la matinal de ayer llevaban a cabo un circuito preventivo de tren inferior, para posteriormente acometer algunos ejercicios relacionados con la táctica y la técnica y dar por finalizado el entrenamiento con un partidillo en espacio reducido.
El club norteafricano quiere refrendar este domingo en casa (ante el Granada CF ‘B’) las buenas sensaciones del encuentro de la pasada jornada en el terreno de juego del San Fernando, donde se volvieron a sumar tres puntos lejos de casa y al mismo tiempo se rompió la mala dinámica de resultados en la que había caído la escuadra azulina y que le había hecho dejarse en el camino muchos y valiosos puntos.
Para ello, la escuadra que dirige Manolo Herrero ha de ofrecer su mejor versión ante un filial nazarí nada típico, que mezcla el gran talento de sus jóvenes estrellas con la veteranía de una serie de jugadores curtidos en la categoría. Difícil cita, sin duda, para la que hay que trabajar a destajo.
Hay que significar que con el partido frente al filial rojiblanco se pondrá fin a la primera vuelta de la competición liguera y se llegará al parón de Navidad que se alargará hasta el 7 de enero del 2018, fecha en la que los azulinos recibirán la visita de otro filial, Las Palmas Atlético.
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