Una semana más se ha prorrogado el cierre de los pasos fronterizos de Melilla y Ceuta con Marruecos. Es una decisión que se toma desde el Gobierno central y que tiene un carácter temporal.
La crisis sanitaria que ha provocado el coronavirus en España y en el mundo ha obligado a Gobiernos a cerrar fronteras y confinar a la ciudadanía para evitar la propagación de un virus tiene miles de víctimas a cuestas.
Desde la Ciudad dicen que esta decisión es “oportuna y acertada”. Saben que la COVID-19 sigue acechando y aún no hay una vacuna para hacerle frente e inmunizar a la población. Esta misma institución ha defendido que, una vez se reabran las fronteras, se haga con el máximo control sanitario e higiénico para evitar un rebrote de la enfermedad.
Y así debe ser, que los mismos controles que se llevan a cabo en puertos y aeropuertos se trasladen a las fronteras. Hay que entender que ni los países ni las ciudades pueden estar cerrados sin fecha de apertura, pero ante una crisis sanitaria como la vivida, la salud de todos debe primar. Proteger a la ciudadanía y evitar la propagación del virus es la clave para no retroceder.
Por ello, una vez que abran las fronteras es necesario extremar los controles sanitarios como el uso de mascarillas, geles y la distancia social, sin que se puedan descartar otras medidas que tome la Administración central o local para garantizar la salud de los melillenses.